Los pasos de la pequeña Azura se podían escuchar muy cerca de la habitación de dónde se encontraban ambas adultas.
Una esperaba con miedo de ver a alguien que no conoce y fíngir que sí y la otra esperaba con felicidad, con alegría de poder ver aquel hermoso brillo de felicidad en los ojos de su hija al vólver a ver a su madre.Azura: mamá Estás aquí-
La pequeña niña miró con asombro a la morena que se encontraba sentada al lado de la pelimenta.
Azura: Ma......-dijo sin poder contener la lágrima que rodó de sus ojos.
Luz: Hola Hija....-habló dedicandole una dulce sonrísa a la pequeña que aún la miraba asombrada- Lamento haber tardado tanto....
Azura: Mamá!!!!-exclamó al mismo tiempo que corría hasta la morena para abrazarla .
La morena recibió a la pequeña entre sus brazos, claro está que ningún tipo de sentimiento llegó a ella, solo la abrazó fuertemente fingiendo quererla como siempre.
El abrazo duró poco, ya que la pequeña se separó de inmediato de la morena inflando uno de sus cachetes y le dándole la espalda en señal de enojo.
Eso había dejado confundidad a ambas adultas.Luz: Este...... ¿sucede algo?-se atrevió a preguntar algo confundida y nerviosa rascando su nuca.
Azura: Nos dejaste a mamá y a mí por 2 años, ¿dónde estabas?-le replicó la pequeña sin siquiera verle a la cara pero por su tono de voz, sabía que estaba llorando- ¿Qué clase de negocio es tan importante como para que dejes a tú familia?
La pequeña peliverde era solo una niña pero no era para nada tonta, su jerga no parecía la de un niño, más bien la de una empresaria hecha y derecha, igual que sus madres. Y no es para menos, ya que durante todo ese tiempo que la morena se encontraba inconsciente, la pelimenta ayudó a la pequeña a mejorar su vocabulario.
Luz: Hija....yo...-empezó a hablar pero no muy claro- sé que tú y mamá me han estado esperando 2 años y que no me despedí de tí en aquel momento, pero.......
La pequeña empezó a mirarla por el rabillo del ojo.
Luz: Me he prometido que me tomaré unas vacaciones para recuperar el tiempo pérdido....-continuó hablando viendo como su hija le mostraba su rostro ligeramente húmedo por unas cuantas lágrimas que rodaron de sus cuencas- Por favor.... Dame un abrazo.
Azura no lo pensó ni dos veces y con esa característica sonrísa de "niño convencido" abrazó con fuerza a la morena.
En ese momento, la pequeña ve como su madre de ojos color miel miraba con ternura la escena.
En un abrir y cerrar de ojos la pelimenta ya estaba unida al abrazo familiar.Durante la tarde Luz pasó tiempo de caridad con su hija, tal y como lo prometió mientras la pelimenta anunció que saldría de compras por un momento al centro comercial.
Entre risas y diversión el tiempo pasó volando y casi sin darse cuenta el reloj marcó las 8pm de la noche, Azura tenía que dormir para mañana ir a la escuela, asi que dió un último abrazo y beso a sus madres y subió a su habitación para descansar.
Luz: Es una niña muy dulce...-comentó por lo bajo mientras veía a la pequeña peliverde subir las escaleras
Amity: Ella es tu propio retrato....-soltó derepente logrando que la morena la mirara de inmediato- De hecho, si las pusieran a ambas juntas, sería como verte salir con un espejo. Ella es tú reflejo....
Luz: Ya veo....-dijo soltando un pequeño suspiro.
Amity: por cierto.....
La de ojos avellana le tendió una bolsa de compras a la morena, la cual la miró confundida.
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El rostro del impostor
Randomuna empresaria millonaria, éxitosa y muy famosa de Huesosburgo. Siempre en juntas y en viajes de negocios, esa era la vida cotidiana de Luz Noceda. Vive casada con la menor de los Bligth y su amiga de la infancia Amity Bligth y con la cual tuvo una...