Prólogo

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—¿Crees que nos dejarán devolverlos?

—¡No hagas esos chistes!

Solo ha pasado una semana desde que tenemos hijos y no pensamos que sería tan cansador. Ahora entendemos a nuestras madres.

—Aun así estamos felices y aunque no nos dejen dormir, lo disfrutamos...

Para nuestra suerte, Akiro y Haru han entendido rápido que somos sus padres.

—Oye, papá. ¿Podemos comprar esto?

—Ni siquiera te gustan.

—Oh, vamos, mimemos a los niños un rato...

—No los mimas, los malcrías, Hinata.

Cuando les presentamos nuestros hijos a nuestras madres, nos reímos en sus caras diciendo que sería fácil criarlos. Son grandes (siete años), así que entenderían todo.

—Kageyama, Haru está llorando.

—Yo empezaré a llorar.

Una semana después de decir eso, ellas terminaron riéndose de nosotros al vernos con las ojeras por el piso y un cansancio inmenso.

Ser padres no es fácil. Es un reto día a día y es cansador, simplemente espero que... no todo sea tan desastroso como me lo he imaginado. Esto es algo nuevo y me asusta todo porque Hinata y yo no somos los mejores cuidándonos a nosotros mismos... ¿Cómo podremos con dos niños?

—¡De los errores se aprende, Kageyama!

Solo espero que todo vaya bien en esta larga vida llena de aventuras que me espera...

—¡Kageyama! Prepara la comida.

—¡Kageyama! Viste a los niños.

—¡Kageyama! ¿Ya llevaste a la cama a los niños?

Oh, esto será un desastre.

Esperamos no morir en el intento.

Crónicas de unos Padres Inexpertos | Kagehina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora