06: Cuando practicamos vóley

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¿Aficionados de vóley? Es lo que somos.

¿Amamos el vóley? Lo amamos.

¿Le enseñaremos a nuestros hijos a jugar? Claro que sí.

Así que toda la mañana he discutido con Hinata por la misma estupidez de siempre: ¿Cuál es la mejor posición?

Yo digo que armador es mil veces mejor que bloqueador central (Solo lo hago para molestar) y él se vuelve loco; se queja, dice que no y se enrojece como tomate.

El camino al club es rápido. Vamos en silencio porque estamos enojados con el uno con el otro y nos arreglaremos cuando Haru o Akiro elijan sus posiciones.

Esto es una competencia.

Y no pienso perder.

—Hay cinco posiciones —explico mientras bajamos del auto—. Líbero, bloqueador central, armador, punta y opuesto. ¿Y saben cuál es la mejor?

—Bloqueador central —Le susurra a uno de mis niños y él solo lo mira de reojo.

—¡El armador! No es por nada, pero es el más importante. ¡Es la torre de control del equipo! Es quien crea y arma las jugadas, el que…

¿Qué? Amo esa posición, todos lo saben.

—¿Y qué haremos hoy?

Vuelvo a abrir la boca cuando estamos adentro del club.

—Jugaremos un rato —dijo Hinata mientras se sacaba mis lentes de sol—. Probaremos las posiciones y todo eso… si les gusta, podemos traerlos a entrenar.

—¡Deportes, genial! —Ese fue Haru. Sorpresivamente fue Haru.

Akiro solo hizo una mueca.

—¿Qué pasa?

—No me gustan mucho los deportes… —sonó cansado.

Realmente apostaba todas mis fichas a Akiro. Pensé que el que diría eso sería Haru… espera, ¿qué tal si me estoy confundiendo? Sería normal después de todo…

—Hinata —susurré y él me mira—. ¿Cómo se llamaba el que dijo que no le gustaban los deportes?

Primero me mira atontado, después sonríe.

—Haru.

Asentí y me agaché a su altura.

—Oye, Haru, si no qui-

—¡Soy Akiro! —se quejó.

Rápidamente miré a Hinata, quién comenzaba a reírse. Idiota.

—Lo siento —devolví mis ojos a él, quien tenía el ceño fruncido—. Pero si no te gusta este deporte…

Me temo que no podremos ser padre e hijo.

Estoy bromeando.

—Podemos ir a hacer otra cosa. Pero solo pruébalo, ¿si?

Asintió con un puchero en sus labios.

—¡Muy bien! Hemos comprado rodilleras para ustedes, así que vayan a ponérselas.

—¿Qué es una rodillera…? —Akiro le pregunta a Haru confundido.

—Oye, idiota. Son pequeños, todavía no saben qué son esas cosas.

Hinata dice y termino dándole la razón. Lo observo caminar hacia ellos y sonreírles.

—Los ayudaré con las rodilleras, ¿si?

—¿Por mientras nos explicas las sosiciones de vóley? —pregunta Akiro.

—Es posiciones —soltó una risa suave mientras asentía—, pero sí. Lo haré. Les contaré y explicaré cada una de ellas, en especial la mejor —Hinata me mira de reojo—. Bloqueador central.

Oh no, oh no. Ya sé lo que está haciendo.

Camino rápidamente hacia ellos e interrumpo la conversación. A los segundos Akiro y Haru se sientan sobre una banca mientras que nosotros sacamos sus zapatillas y les colocamos correctamente las rodilleras.

—Entonces, ¿quién quiere probar la posición de papá Tobi primero? —pregunto después.

—¿Tengo que moverme mucho? —pregunta Akiro.

—Si reciben bien, no.

—Me sirve. ¡Haru, recibe bien!

Y Akiro corre hacia la cancha y yo lo sigo sonriente.

—¿A dónde debo ir, papi?

—Como esto es simple, iremos a lado de la red —lo guíe mientras ponía mis manos en sus hombros y lo hacía caminar—. Esta es la posición de tres, pero no te la explicaré porque es aburrido.

—Está bien… ¿Y qué se supone que tengo que hacer?

—Armar.

—¿Qué?

Esto es difícil.

—Mira —me agacho a su altura—. Hay tres momentos importantes en el vóley. Si quieres que la pelota pase del otro lado de la red tienes que conectar.

—Conectar, sí.

—Primero se recibe, luego se arma-

—O sea yo.

—Exacto. Y luego se remata —E imito el movimiento.

Los ojos de Akiro brillan.

—¿Rematar?

—Sí… es cuando la punta, el opuesto o el central da un gran salto y ¡golpea la pelota con toda su fuerza!

—¿¡Eso hacías tú!?

—No. Yo armaba.

Akiro parpadeó atontado.

—No quiero ser armador. Quiero rematar.
Ahora yo parpadeé atontado.

Esto duele.

—Rematar… para rematar tienes que moverte mucho.

—Puedo probarlo —se encogió de hombros—. Puedo probar armar y  rematar, papi. ¡Tenemos todo el día!

El alma me volvió al cuerpo.

Me pregunto cómo irá Hinata.

Crónicas de unos Padres Inexpertos | Kagehina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora