Corazones clandestinos

Remus... ¿resbaloso o alcahuete?

Remus... ¿resbaloso o alcahuete?

Harry bajaba corriendo veloz las escaleras hacia la mazmorra, por lo menos tenía el pretexto de que su detención estaba a punto de empezar, así podría llegar a interrumpir lo que estuviera pasando sin despertar demasiadas sospechas.


Sin embargo, al llegar al corredor que conducía hacia el despacho de Snape, se detuvo abruptamente. Remus ya salía, y se veía contento... demasiado contento. El corazón le dio un vuelco, no quería tener malos presentimientos pero tal vez el licántropo había logrado obtener ventaja sobre él.


— Hola, Harry. —le saludó Remus efusivamente.

— ¿Porqué estás tan feliz? —preguntó angustiado.

— Acabo de hablar con Severus, y por supuesto que tuve que decirle de nuestra conversación, Harry, lo lamento, pero era mejor poner las cosas en claro.

— ¿Se enojó conmigo?


Remus sonrió enternecido por la preocupación manifiesta de su amigo y sonriéndole aún más, negó con la cabeza.


— Harry, será mejor que entres a hablar con él. Severus te dirá lo que está pasando entre nosotros.


Harry retrocedió sintiendo un golpe en el estómago ante esas palabras, tuvo mucho miedo de que al pasar esa puerta se encontrara con una verdad que no quería escuchar.


— Vamos, Harry, no te acobardes ahora.

— ¿Te eligió? —preguntó asustado—. ¿Es eso, verdad?... ¿Eligió estar contigo?

— Harry, entra de una vez, él te dirá todo.

— Pero... no puede haberte elegido sin siquiera hablar conmigo. —farfulló temblando, cada vez más angustiado—. Por lo menos tiene que darme una oportunidad de que hablemos y luego ya puede escoger, Remus, no puede elegirte sin hablar conmigo ¿verdad?.


Remus parecía estarse divirtiendo con la extrema ansiedad de Harry que miraba la puerta casi con terror, no se atrevía a traspasarla. Finalmente, viendo que el chico no se decidía, Lupin le sujetó por los hombros y le hizo pasar para enseguida marcharse.

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Hermione y Blaise caminaban tomados de la mano de regreso al castillo. El chico quiso acompañarla hasta la Torre de Gryffindor y no aceptó negativas. Pero apenas acababan de entrar al vestíbulo cuando se toparon con Pansy esperándolos con los brazos cruzados y en actitud francamente molesta.


— Dijiste que me ayudarías a estudiar, Blaise.

— ¿Yo?... ah, lo siento, Pansy, lo olvidé. —se disculpó el moreno sinceramente.

— Me dí cuenta de eso, por supuesto. Y obvio también que ahora te preocupas más por encontrar quien te ayude a mejorar tus propias notas.

— No digas tonterías. —protestó Blaise.

— ¿Qué, no te ha dicho, Granger, que su padre le amenazó con quitarle varios de sus privilegios de heredero si no sacaba mejores notas que nadie?... seguramente por eso te busca, ni creas que es por tu linda cara.

— El motivo por el que me busca no es de tu incumbencia, Pansy. —respondió Hermione sin amedrentarse—. Y si es necesario que lo ayude y hasta haga sus tareas para que se quede con su escoba último modelo o la mesada íntegra, pues no me cuesta nada hacerlo... tal vez hasta podamos disfrutarlas juntos.

— No te sientas muy segura de lo que tienes, en cuanto consiga lo que busca, te quedarás esperando con las manos vacías.

— Sí, supongo que frente a mí tengo mi futuro personificado.


Pansy frunció el ceño ante la sonrisa burlona de Hermione, y bufando molesta, giró sobre sus talones para dirigirse hacia las mazmorras. Al quedarse solos, Blaise abrazó feliz a la castaña, orgulloso de que no se hubiera dejado intimidar por su amiga.


— Eres sensacional, Hermione. —aseguró dándole un suave beso en la mejilla.

— Escucha, Blaise Zabini. —dijo la chica separándole con firmeza—. Sé bien lo que hubo entre ustedes y espero que realmente sea cosa del pasado...

— ¡Lo prometo, eso se terminó hace tiempo, y jamás fue nada serio!

— Te voy a dar una oportunidad ¡Pero sólo una!... cualquier trastada que hagas y te aseguro que se acaba todo, no pienso ponerme a sufrir por nadie ¿me has entendido?

— ¡A la perfección, pequeña!


Blaise no se preocupaba, estaba muy entusiasmado con la relación que recién comenzaba, Pansy era cosa del pasado, un pasado que jamás le satisfizo ni le hizo tan feliz como se sentía en esos momentos. Además, esa Hermione tan decidida y fuerte le fascinaba, era mucho mejor que la niña sumisa que había pretendido ser.