Espera mortal
Harry no sabía qué decir, estaba paralizado mirando como Severus se vestía rápidamente para enseguida ir al despacho y regresar con un pequeño pensadero en el que depositó varios hilos de sus pensamientos.
— Escúchame bien, amor. —pidió Severus cuando terminó y regresó al lado del moreno que asintió asustado—. La hora finalmente ha llegado y no quiero que vayas sin estar preparado para todo. Ahora siento que desperdiciamos mucho tiempo, y quiero que revises el Pensadero, ahí encontrarás varios hechizos que necesito que aprendas. Por favor, no les tengas miedo. La magia oscura ha sido catalogada así por el Ministerio, algunos de esos hechizos no tienen nada de malo y hay uno en especial que te ayudará a vencer al Señor Tenebroso.
— Pero...
— ¡Harry, escúchame! —pidió presuroso—. No tengo mucho tiempo y necesito de tu promesa de que los estudiarás.
— De acuerdo, pero... no sé si pueda hacerlo sin ti.
— Podrás, porque eres un excelente mago y una hermosa persona, podrás con todo lo que se te presente y vencerás.
— ¿Y tú?
— Yo también... aunque esté del otro lado, estaré pendiente de ti.
— Usa esto.
Harry tomó los zapatitos azules y los depositó en las manos de Severus, éste le miró sin comprender pero el ojiverde no permitió que se los devolviera.
— Hechízalos para que nadie más los vea... Sólo tú y yo. Por favor, Sev, quiero saber quien eres entre todos esos mortífagos.
— Así lo haré, Harry, no te preocupes.
— Te amo.
— Yo más. Cuídate mucho, hermoso.
Harry asintió y luego de besarse profundamente dejó que el Pocionista se marchara. Se quedó solo en aquella habitación donde pensó que pasaría todas sus vacaciones acompañado de Severus, ahora él se marchaba llamado a las filas de Voldemort, tuvo mucho miedo de perderlo también. Miró la cuna a su lado y se resistía a pensar que quizá se quedaría vacía para siempre si él tampoco volvía.*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*
Esa noche fue la más larga de su vida, había ido a buscar a Dumbledore pero no pudo encontrarlo, supuso que estaría organizando reuniones con la Orden del Fénix y eso lo abrumó más, no entendía porqué seguían sin tomarlo en cuenta cuando sería él quien lucharía contra Voldemort.
Por la mañana regresó al despacho de Dumbledore dispuesto a no moverse de ahí hasta hablar con él. Se sorprendió cuando el Director le saludó como si estuviera esperándolo.
— Supongo que sabes a donde ha ido Severus. —le dijo luego de invitarle a sentarse frente a su escritorio.
— Así es, y quiero saber qué es lo que vamos a hacer para prepararnos.
— Ustedes deben continuar con su vida como siempre, Harry. Los alumnos ahora mismo están partiendo todos hacia sus casas, de ese modo nos aseguraremos que no esté nadie en al castillo.
— ¿Piensa que puede ser aquí?
— No lo sabemos, habrá que esperar a saber cuál es la elección de Tom.
— ¿Pero porqué esperar? ¿Porqué no vamos a su guarida y atacamos primero?
— No es así como haremos las cosas, Harry.
— ¿Y Severus?... ¿No le importa lo que pase con él?
— Me importa más de lo que piensas. Pero él está cumpliendo con su parte, Harry, allá podrá ayudarnos más de lo que haría de este lado. Y para que su labor no sea inútil, tú debes también hacer lo que te corresponde.
— ¿Cómo, si me está pidiendo que me cruce de brazos?
— Lo que quiero es que protejas a Ronald Weasley y Draco Malfoy. He hablado con los padres de Ron, ellos ya están enterados de la situación de su hijo y coincidieron en que lo más seguro para él es que permanezca bajo la protección de Hogwarts.
— ¿Qué sucede con Ron?
Dumbledore tomó aire antes de informar a su alumno de las circunstancias que rodeaban el noviazgo de Draco y Ronald. Harry le escuchó atentamente intentando no mostrar lo preocupado que estaba, pero al salir del despacho fue directamente hacia la habitación de Severus. Hasta ese momento no se había decidido por aprender magia oscura, pero si su mejor amigo estaba en peligro, no iba a dudar ni un segundo en usar todo lo que estuviera a su alcance para destruir a Voldemort antes de que llegara a él.
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Corazones clandestinos
FanfictionHay corazones que se cruzan en la vida, que se reconocen, se enamoran y luchan siempre juntos, sin interesar si son prohibidos, ocultos, ajenos, impulsivos o inesperados, lo importante es que son reales. Snarry