Ojos vigilantes

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Ojos vigilantes





Harry respiró hondo para continuar...


— No sé si habrás notado que las cosas entre nosotros ya no son como antes y...


Draco se puso sobre alerta, al fin estaba sucediendo, seguramente Harry ya sospechaba algo, sus ojos verdes reflejaban angustia, indudablemente estaba sufriendo mucho, no quería que hubiera dolor a consecuencia de su descuido por no haberlo tratado como antes. Su respiración se agitó intempestivamente. En sus manos sentía la varita de Ron, por él tenía que ser valiente.


"Yo... yo también tengo algo que decirte" —le dijo tembloroso.


Harry miró intrigado a Draco, dejó de lado su propio nerviosismo ante la palidez tan extrema que había alcanzado la blanca piel del rubio. Le miraba batallar para respirar y su mirada tensa daba la impresión de estar a punto de sufrir un colapso nervioso.


— ¿Estás bien, Draco?

"S-sí"


Pero Harry sabía que eso no era cierto, temió estar siendo el responsable de una recaída del rubio. Draco llevó su varita a la garganta para continuar pero las rodillas le temblaron y tuvo que apoyarse en poste de su cama. Rápidamente Harry corrió a sostenerlo para ayudarlo a recostarse.


Iba a levantarse, pero Draco le atrajo hacia él. El ojiverde no le quedó más remedio que sentarse sobre la cama mientras el rubio reposaba la cabeza sobre su pecho. Aquella posición incomodaba al joven Gryffindor, logró zafarse procurando no ser demasiado agresivo.


"Lo lamento, no he querido distanciarme contigo, todo es mi culpa, pero te prometo que volveré a ser como antes... ¡Yo te quiero mucho, Harry!".

— Draco...

"Dame tiempo, Harry, te prometo que aclararemos todo muy pronto"


Harry no pudo decir más, las desesperadas palabras de Draco le desarmaron y asintió nervioso. Se sintió muy mal al verlo envolverse a sí mismo aun temblando y se sentó a su lado queriendo encontrar la mejor manera de ser sincero sin herirlo. Más de pronto, el rubio se recostó en su pecho abrazándole como cuando eran novios. Supo que en ese momento ya no podría ser capaz de decir nada, acarició el cabello rubio sintiendo que los ojos le ardían... Severus era el más perjudicado por su cobardía.


Draco no se sentía mejor, toda su voluntad de sincerarse con Harry se fue a la basura... no pudo. No entendía porqué era tan difícil romper con alguien.



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Hermione y Blaise se dirigían al comedor, ellos continuaban su romance a plena luz sin saber lo que guardaban las sombras del castillo. Más no todo era perfecto, Pansy no dejaba de mirarlos despechada por haber sido relegada a un último plano, y antes de que entraran al comedor, se apostó frente a la pareja de novios.


— ¿Qué se te ofrece, Pansy? —preguntó Blaise molesto por la actitud de su ex novia.

— Veo que el capricho no se te ha pasado.

— Déjanos en paz ¿quieres?

— ¿Ya has hablado con tu padre para decirle que andas con una sangre sucia?


Hermione ya estaba cansada de la obsesión e insultos de Pansy, así que no dudó ni por un momento en callar a la morena con una bofetada.


— Será mejor que aprendas primero a respetar a la gente, que ni tu dinero ni tu supuesta limpieza de sangre te ayudan a ser mejor persona.

— ¡Maldita! —exclamó Pansy levantando una mano para regresar el golpe, pero Blaise consiguió sujetarle la muñeca con fuerza.

— ¡Ni se te ocurra ponerle un dedo encima, Pansy, porque no respondo de mí!... ¡Quedas advertida, aléjate de nosotros!


Blaise la liberó con brusquedad para luego, en contrastada gentileza, conducir a su novia al interior del comedor. Unos ojos castaños fueron testigos de todo, y también vieron el mal humor con que se quedó Pansy, quien miraba la puerta del comedor con un odio pocas veces expresado.


Una media hora después, Blaise y Hermione salían del comedor, ya habían incluso olvidado el incidente con Pansy, lo mejor era no hacerle demasiado caso o terminarían amargándose la vida, justo como pretendía la Slytherin.


— Hola. —les saludó un chico moreno de suaves ojos castaños.

— Hola, Theo... ¿necesitas algo?

— No... Ví hace un rato lo que pasó con Pansy y como somos amigos, Blaise, sólo quería decirte que deberías tener cuidado con ella, es peligrosa.

— Gracias por la advertencia, amigo, pero no me preocupa, ya se dará cuenta de lo inútil de esa infantil conducta.

— Bien, yo sólo quería decírtelo.

— De acuerdo. Gracias, entonces.

— Cualquier cosa puedes contar conmigo.

— Lo sé... ya sabes, los verdaderos amigos...

— ... los encontrarás en Slytherin. —concluyó Theo.


Blaise sonrió confirmando la regla. Theodore Nott sólo asintió, esperando que realmente su amigo tomara precauciones sobre Pansy. Luego miró a Hermione quien continuaba observándolos sin entrometerse en la conversación entre amigos, ella jamás había hablado antes con Nott, tan sólo era un compañero de grado escolar más, pero como era amigo de su ahora actual novio, le saludó con una amistosa sonrisa.


— Gracias por intentar ayudar. —le dijo la castaña.

— De nada... no quiero que algo malo les suceda.

— Estaremos bien. —aseguró Blaise—. Ahora nos despedimos, Hermione y yo iremos a dar un paseo por el lago aprovechando que el día no es demasiado frío.

— Nos vemos luego, Theo. —se despidió Hermione sin abandonar su sonrisa.


Theo correspondió de la misma forma. Permaneció en su lugar viendo como la hermosa pareja de novios se marchaba, entonces dejó de sonreír y llevando una mano hacia su antebrazo izquierdo, recordó la marca que ya llevaba desde el verano pasado.


"¿Porqué tuve que dejarme convencer de hacerlo?" Se preguntó amargamente "¡Ojalá hubiera tenido tu valor, Blaise! Si me hubiese negado, ahora sería libre y sin éste tormento en el alma"


Theo recordó a la novia de su amigo y sus ojos brillaron "Ella jamás aceptaría un mortífago a su lado, es demasiado noble e inteligente para eso... ¿porqué llegué a pensar que quizá con el suficiente poder podría convencerla? Ahora que los veo juntos confirmo que cometí el peor error de mi vida... Me quité la oportunidad de luchar por ti, Hermione".


Theo expulsó el aire de sus pulmones, jamás tendría a la chica que le gustaba, y aunque eso doliera, debía resignarse a que él mismo se lo había buscado. Por lo menos ahora, como mortífago, quizá pudiera hacer algo por protegerla si llegaba a enterarse de algún plan para acabar con los mejores amigos de Potter.



Corazones clandestinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora