Ilusiones veladas
Severus había rodeado por la parte trasera para poder llegar al castillo sin ser visto. Ya empezaba a hartarse de tener que esconderse, le animaba que aquel fuera el último día del año y que pronto hablarían con Draco para confesarle la verdad. Tal vez eso no fuera a cambiar nada, después de todo su relación con Harry tenía que continuar a escondidas, pero sería un gran alivio que el rubio ya no considerara a su ojiverde como su novio.
Llegó al vestíbulo buscando a Harry, habían quedado de esperarse mutuamente, pero no encontró a nadie. Pensó que quizá se había adelantado hacia las mazmorras, iba hacia allá cuando sintió algo extraño. Era como si alguien le hablara, miró a su alrededor esperando ver aparecer a Harry, tal vez andaba intentando hacerle alguna travesura bajo su capa invisible. Podía sentirlo como si lo tuviera cerca, estiró las manos pero no encontró nada.
— ¿Harry? —llamó intrigado.
Sólo hubo silencio. De pronto notó que la sensación se hacía intensa, angustiante. Se dirigió a la puerta quizá pensando en que aún no llegaba. Pudo ver a Draco descendiendo la escalinata hacia la colina de Hagrid. Pero lo que casi paralizó su corazón fue descubrir el bulto resaltando entre la nieve en que había caído. Lo supo desde ese momento... algo terrible había sucedido.*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*
Draco llegó junto al chico que continuaba desmayado. Quiso levantarlo pero era demasiado pesado para él, y al recostarlo sobre su regazo notó que la nieve se había teñido de rojo, un hilo de sangre brotaba de su cabeza. Le llamó y la voz seguía sin aparecer, cada segundo lo hacía sentirse más impotente.
Hizo un gran esfuerzo por poder gritar, por llamar la atención de alguien que acudiera en su ayuda, pero nada. Su garganta continuaba muda. No podía abandonarlo en la nieve, y de pronto, vio cómo Severus bajaba corriendo, sin importarle el hielo ni lo resbaladizo del camino que pudieron hacerlo caer también.
Asustado como nunca en su vida, Severus sujetó a Harry en sus brazos mientras miraba a Draco insistentemente.
— ¿Qué pasó?
Draco sólo dibujó un "lo siento" en sus labios que ya se humedecían de lágrimas.
— ¿Qué le hiciste? –preguntó estrechando a Harry contra su pecho.
Draco no respondió, de nada serviría pues Severus no se esperó a ninguna contestación. Ya corría con Harry en brazos rumbo a la enfermería. El tiempo era oro para él. El rubio fue tras del Profesor, orando para que Harry y su bebé estuvieran bien, de lo contrario, jamás se lo perdonaría.*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*:*
Poppy se encontraba etiquetando unos frascos de remedios. Sonrió observando uno en particular, era de muy difícil preparación pero para el Profesor de Pociones no había representado gran esfuerzo. Suspiró. Desde estudiante había sido excepcionalmente bueno en todo, pero el arte de fabricar pociones se convirtió en su maestría, desde entonces ya ayudaba a suministrar la enfermería y ella le admiraba en secreto.
Era demasiado joven, pero el corazón no sabe de edades. Suspiró nuevamente, y sonrió recordando la relación que ahora Severus Snape sostenía con uno de sus alumnos, esperaba de todo corazón que el chico siempre serio que conociera finalmente aprendiera a sonreír y amar como merecía.
El ruido de la puerta abriéndose estrepitosamente le hizo girar la mirada, dispuesta a reprender a quien se atrevía a entrar así a la enfermería. Su corazón dio un vuelco al ver al dueño de sus pensamientos llevando a Harry en brazos. Rápidamente le indicó la cama del fondo, justo la que el ojiverde ocupaba siempre durante sus múltiples accidentes.
— ¿Qué sucedió?
— No lo sé. —respondió angustiado—. Creo que eso Draco nos lo puede explicar mejor.
Ambos se giraron a ver al chico que acababa de entrar, iba jadeando por la apurada carrera, pero se detuvo abruptamente al sentir las miradas fijas en él
—"Lo lamento, no quise hacerlo" —dibujaron las palabras que salieron de sus labios mudos, comprendiendo el motivo por el cual era observado—... "me ofusqué, estaba enojado por lo de ustedes y resbaló ¡te juro que no quise hacerlo, Severus!"
Los ojos de Severus se congestionaron de odio. Poppy simplemente se dedicó a revisar a Harry usando una serie de hechizos, poniendo especial énfasis en su embarazo.
— ¡Largo de aquí! —ordenó Severus furioso, Draco retrocedió un par de pasos—. ¡Si algo le pasa a Harry o a mi hijo te juro que te mataré con mis propias manos!
— Profesor, lo necesito acá. —pidió Poppy intentando tranquilizarlo.
De inmediato Severus regresó a ayudar a la enfermera a cambiar a Harry de ropa para que ella pudiera seguir revisándole. Draco aprovechó para salir corriendo, el llanto ahogándole desesperadamente. Al dar vuelta por un pasillo, se topó con Ron quien andaba buscándole esperando poder pasar un rato con él. Al verlo, Draco se le colgó del cuello, aferrándosele fuertemente.
— ¿Draco, qué pasa, porqué lloras? —preguntó Ron abrazándole confundido.
—"Harry... se cayó" —respondió entrecortadamente.
Justo en ese momento Dumbledore pasaba por ese corredor, se acercó curioso por el llanto de Draco pero jamás se imaginó leer lo que respondía al pelirrojo. Ya no se quedó a averiguar más y corrió rumbo a la enfermería al final del corredor.
— Vamos. —dijo Ron sujetando al rubio para ir tras el Director.
Draco se rehusó fuertemente, Ron volvió a insistir pero el rubio continuaba resistiéndose a dar un paso. El pelirrojo no sabía qué hacer, miraba el camino hacia la enfermería y quería ir a ver qué había pasado con Harry, pero Draco se veía realmente mal, casi a punto de desmayarse al respirar tan agitadamente.
— Draco, quédate aquí y no te muevas, necesito ir a ver qué sucedió con Harry... ¿me prometes que no darás ni un paso más?
El Slytherin asintió y permitió que Ronald emprendiera la carrera hacia la enfermería. Llegó justo en el momento en que Poppy terminaba de revisar a Harry y se dirigía hacia Severus y Dumbledore, éste último todavía intentando comprender lo que pasaba.
— Me temo que la situación es complicada. —dijo la enfermera gravemente—. Habrá que llevarlo a San Mungo inmediatamente, su embarazo corre riesgo.
— ¿Estás segura Poppy? —preguntó Dumbledore mientras atrás de ellos, Ron tuvo que sostenerse de la pared para no caer desmayado.
— ¡Y todo por culpa de ese imbécil! —bramó Severus acariciando la frente de Harry—. ¡De verdad que lo mataré!
— No es momento para eso, Profesor Snape. —dijo Poppy para luego dirigirse hacia Dumbledore—. Parece que el joven Malfoy se enteró de que Harry esperaba un hijo del Profesor Snape, discutieron y Potter cayó por la colina.
— Entiendo. ¿Habrá la posibilidad de traer medimagos especializados para acá?... no es conveniente que se sepa del embarazo de Harry, eso puede hacerlo correr peligro, al igual que a Severus.
— Así tenga que raptarlos, le aseguro que traeré al mejor especialista en unos minutos.
Poppy tomó un puño de polos flú y salió por la chimenea rumbo a San Mungo. Ron permanecía a la expectativa, y asombrado vio como su Profesor de Pociones se recostaba junto a Harry. Estando de espaldas a él no lo había notado.
— No sé qué voy a hacer si algo les pasa. —murmuró Severus y su voz quebrada casi asustó a Ron—. ¡Por favor, Albus, prométeme que Harry y mi bebé estarán bien!
— Haremos todo lo posible.
Severus asintió y ya no dijo nada más, sólo que quedó ahí, acariciando el cabello de Harry y dándole suaves besos de vez en cuando. Dumbledore se dirigió a la ventana, le dolía tanto ver aquel cuadro y se juró que no escatimaría en nada para que no hubiese consecuencias funestas.
Ron aprovechó para salir sin ser visto. Le dolía en el alma ver a su amigo inconsciente, pero debía regresar al lado de Draco, después de todo, en la enfermería no podía hacer nada. Su corazón se estrujó al ver a su pareja sentada en el piso, abrazándose a sí mismo... aún lloraba.
— Fue un accidente ¿verdad? —preguntó acuclillándose a su lado. Draco asintió sin voltear a mirarlo—. Bien, yo te creo y no me importa lo que digan los demás. Parece que había cosas que no sabíamos, lo que no entiendo, Draco, es porqué tenías que reclamarle si nosotros tampoco teníamos limpia nuestra conciencia.
—"No lo sé" —Respondió colocando su varita en el lugar indicado. —"Simplemente dejé de pensar y permití que mi orgullo gobernara. Todo el tiempo nosotros preocupados por él, y Harry ya hasta esperaba un bebé con mi padrino... y todos sabían, Ron, todos menos nosotros, y se burlaban de mí... Fui un idiota, lo reconozco, pero me enfurecí"
— No te preocupes, todo va a salir bien y pronto hablaremos largamente con Harry, no tengo ninguna duda de que él sabrá entender. Ahora respira tranquilo, que Dumbledore ya ha mandado por medimagos que pronto harán que esto se termine... recuerda que Harry siempre sale bien librado de todo, nada le pasará, hurón.
Draco asintió, pero no podía dejar de llorar, la culpabilidad no se marcharía de su corazón hasta no tener la seguridad de que Harry y el bebé que esperaba estuviesen bien. Sólo el abrazo que le dio Ron consiguió mitigar un poco sus sollozos, y más tranquilos, decidieron regresar más cerca de la enfermería para poder estar atentos de cualquier noticia.
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Corazones clandestinos
FanfictionHay corazones que se cruzan en la vida, que se reconocen, se enamoran y luchan siempre juntos, sin interesar si son prohibidos, ocultos, ajenos, impulsivos o inesperados, lo importante es que son reales. Snarry