Mis uñas tamborileaban sobre la fina mesa de madera mientras esperaba a que trajeran mi café. Stephen atendió una llamada del hospital y había ido al baño para eso. Cuándo regresó, el mesero llegó con mi café se sentó como si nada. No podía soportar mis emociones. La forma en que me hacía apartar la vista cuando lo miraba a los ojos.
—¿Cuándo vas a regresarme mi teléfono?—.
Stephen me miró mientras yo revolvía el café. Mi voz sonó más molesta de lo que había procesado en mi cabeza. Él lo notó. Subió una ceja sobre la otra y se puso un dedo sobre la boca para ocultar una sonrisa.
—¿Ahora nos tuteamos? — preguntó, socarrón.
—No se — encogi los hombros y comencé a tomarme el café. Lo dejé sobre la mesa y me limpié la boca con una servilleta — No se. Da igual. Lo que sea — hice un ademan con la mano y luego lo miré fijamente — quiero mi teléfono.
Él se inclinó hacia la mesa con la diversión bailándole en la mirada.
—Si te lo daré ¿Pero porqué la prisa? ¿Acaso tienes fotos prohibidas con el Capitán America?
Llevaba la taza a mi boca cuando lo dijo y estuve a punto de escupir el café en su elegante cara. Pero en cambio, me puse a toser. Con la mano en el pecho tratando de disimular.
—Ni siquiera lo tenías bloqueado. Fácilmente podría haber investigado un poco — agregó a continuación. Él siguió mirándome mientras intentaba calmar mi cara que hervía de rojo — Tú cara es un peoma, Stark.
Por fin logré recomponerme. Me tomé el último sorbo de café y arrastré la silla hacia atrás muy lento. Sin mirarlo. Me levante y me puse al costado de la mesa.
—Dámelo ya — fue lo único que se me ocurrió decir. Obviamente no tenía nada escandaloso pero la siquiera idea de que pensara eso de mí me ponía muy molesta.
Stephen se levantó, tomó sus cosas y dejó la cuenta junto al plato. Cuándo se acercó a mí, su rostro estaba por encima del mío. Su aliento me sopló en el rostro. Su mirada no se apartó de la mía.
—Todavía me quedan cinco minutos.
Mi rostro estaba demasiado rojo. No me acostumbraba a sentir tan frustrada desde hace tiempo con alguien. Era como desear odiarlo, porque mi cuerpo reaccionaba totalmente a lo contrario que quería que actuara.
—Eres alguien muy irritante ¿Sabías?
—Sí. Lo sé — se hizo a un lado para dejarme pasar —¿Vamos?
En silencio y con los dientes apretados, lo seguí. Una vez afuera, nos dimos cuenta que estaba haciendo tanto frío que la pequeños copos de nieve estaban cayendo. En el trayecto de seguir uno al para atraparlo con la mano, me di cuenta de que me estaba mirando.
—¿Por qué hacer esto? ¿Por que no solo dejar el teléfono en la recepción del hospital y ya? No entiendo porque me miras o me hablas como si yo fuera alguien muy cercano a ti y estuvieras preocupado por mi por alguna razón extraña.
Stephen suspiró, se metió las manos en los bolsillos del pantalón oscuro y se acercó a mí.
—No tengo idea. Lo único que sé, es que siento que no puedo respirar cuándo no estás cerca.
Mis mejillas que se habían comenzado a apagar, se volvieron a encender. Pero traté de convertirme en mi propia sangre. De todos modos si era una Stark después de todo.
—¿Le dices eso a todas tus conquistas Stephen? — él sonrió de manera suave. Casi inocente.
—¿Eres mi conquista?
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Red Rope ━ Stephen Strange/Steve Rogers
Fanfiction"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias" Pero ¿Y si ese hilo conecta tres personas? ¿Eso es posible? Lυcнαr pαrα ѕoвrevιvιr, ѕoвrevιvιr pαrα αмαr⸻ ϟ #1 EN STEPHENST...