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━Vamos Wong, no tenemos todo el día ━ Stephen bajó los escalones del segundo piso del Sanctum Sanctorum haciendo girar el reloj de mano que tenía más valor para él que la vida misma.

Pero su amigo no bajó. Tampoco apareció por el pasillo arrastrando sus pies para decirle que el helado de vainilla era lo peor del mundo y comenzar una absurda discusiónz sobre porque en realidad el helado de vainilla era el mejor helado del mundo.

Así que se detuvo al final de la escalera y con expresión estrafalaria miró sobre su hombro escaleras arriba.

━Wong ━. Pero no había señales. Dudoso, Stephen se volvió hacia atrás por completo ━ ¿Wong?

Encorvó los ojos y cuándo puso un pie sobre el escalón en subida. Wong apareció por el pasillo. No traía puesto su abrigo para el frío. En cambio, traía puesto su traje de hechicero.

—Ya no hay tiempo, Strange — bajó rápidamente los escalones. Stephen al verlo, descolgó la bufanda roja de su cuello que al moverla hacia atrás no solo se transformó en su peculiar capa roja. Sino que le regaló todo su traje azulado de hechicero supremo. En modo alerta, siguió a Wong hacia la salida — es uno de los últimos seguidores de Kaecilius.

—¿El que estuvimos buscando la semana pasada? ¿No había terminado con su vida en favor de su santo Kaecilius?

Wong lo miró extrañado.

—Claro que no. Te dije que no había sido información verídica. ¿Donde diablos tienes la cabeza? Andas muy distraído Strange.

El hechicero supremo empujó la puerta hasta la calle. El viento gélido le caló los huesos.

—No pasa nada.

Pero lo cierto es que si le pasaba algo. Y era que no podía dormir. Y las meditaciones y el entrenamiento duro no servían para dejar de pensar en la persona que le había dado ese reloj. No desde que le envió el ultimo correo hace dos noches y ella no volvió a responder más. Ya habían pasado dos meses. Estaba pensando seriamente en reunir valor e ir a buscarla. Sabía que podría estar cerca del complejo de los vengadores. Pero Stephen ya no sabia si eso siquiera era habitado.

Stephen asintió a la señal de Wong y abrió el portal hacia la dimensión espejo. Encontrar el blanco fue difícil, por la cantidad de hechizos. Stephen reconocía que el maldito era bueno para esconderse.

—Por acá — Wong apuntó a un local de café. Stephen se puso en alerta. Juntó sus manos en cuanto vio al sujeto de espaldas —Mierda. Estaba fuera de la dimensión espejo Strange — él lo vio. De espaldas sosteniendo un rehen — sácanos de aquí ahora, hay que salvar a esa mujer.

Stephen sin dudar, los sacó de la dimensión espejo. Corrió delante de Wong con la vista fija en la espalda del sujeto y cuando estuvo cerca volvió a juntar sus manos y mover sus dedos para conjurar sus poderes.

Wong, en la misma posición intercambió miradas confusas con Stephen cuando ambos vieron como los objetos a su alrededor, mesas, sillas, flotaba en el aire en una dirección determinada. Las luces de los faroles tintinearon y varias estallaron.

El sujeto se giró a ellos y Stephen vio a la mujer.

Se quedó petrificado cuando la reconoció. Y se quedó aún más inmóvil cuando ella movió sus manos y a través de sombras violetas, lanzó al sujeto varios metros atrás. Y se quedó de espaldas a Stephen. Con las manos extendidas hacia el tipo que trataba de forcejear.

Wong miró a Stephen con suma perplejidad.

—¿Pero y quien es esa chica? — preguntó y cuándo notó la expresión sorprendida de su compañero ladeo la cabeza — ¿La conoces?

Red Rope  ━ Stephen Strange/Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora