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Varios meses más tarde

Elena repartía su tiempo cuidadosamente cuando Melody tomaba sus siestas. Por suerte, a sus casi 11 meses dormía cada cuatro horas y sus siestas eran dos. Una en la mañana de una hora y media y de una hora en la tarde. Así que, como Stephen se la pasaba en el templo entrenando a sus estudiantes, Elena había comenzado a practicar su meditación por las mañanas mientras la pequeña dormía.

Todo parecía que marchaba bien.

Ella estaba en el santuario, acompañando a Stephen. Criaba a su retoño. De vez en cuando, Tony iba o ella iba con Melody a verlos a él y a Pepper. A veces, Wanda iba con Visión. Pietro se comunicaba por video llamadas, siempre estaba en un lugar diferente. Pero que estuviera a salvo, a todos los tenía tranquilos.

El mundo en general, de pronto parecía haberse olvidado de los sucesos de la guerra civil hace más de un año. Y para Elena aunque sí era solo un vago recuerdo, cada vez que miraba a su hija se acordaba de la futura charla que iba a tener que tener con ella.

En alguna charla casual, ella le dijo a Stephen que no iba a decir mentiras a Melody. Que iba a ser lo suficientemente sincera y justa. Porque no quería que ella odiara a Steve. Pese a todo, Elena no podía vivir en paz sabiendo que había engendrado la semilla del rencor en su hija.

Además de todo eso, estaba el hecho de revelar su identidad. Si el mundo sabía que Melody Rogers era la hija del Capitán America, no solo la prensa iba a estar exigiendo respuestas. Elena no quería volver a tener que ver la cara de Ross nunca más en su vida y no estaba segura de soportar tener que darle explicaciones que evidentemente no le concernían. Así que, por el momento la tranquilidad para ella era momentánea.

En cuanto a su relación con Stephen, las cosas no cambiaron mucho. Siguieron su curso con normalidad. O al menos, todo lo que ella pudo. Puesto que, vivir con alguien por quien se tiene sentimientos tan fuertes es bastante complicado. Aunque la mente de Elena se esforzaba por mantenerse fría el corazón se le desbocaba cada vez que tenía la oportunidad.

Entrenar con él era fácil, si no lo miraba a los ojos. Pero fuera de los nervios y de las miradas cómplices, estar a su lado le daba una paz infinita que tenía mucho miedo de perder. Y pensaba, que, si tal vez daba un paso para ser lo suficientemente obvia con sus sentimientos, podrían separarse y esta vez Elena no estaba segura de poder soportar perder a otra persona.

Así que, se esforzaba mucho por manterse al margen. A veces veían peliculas. A veces leían. O a veces compartían, juntos, los tres. Como si fueran una familia. Stephen le ayudaba con la niña y ella hacía cualquier cosa, lo que sea que tuviera que hacer para mantener la mente despejada. Comenzó a pintar para distraerse y comentaba con Stephen sus desastrosas obras de arte. Reían juntos hasta el amanecer y hablaban también.

Elena visitó una vez el templo cuando fue Wanda y Visión y se quedaron con Melody en el santuario. Ahí Stephen le enseñó las diferentes secciones del lugar, los diferentes tipos de entrenamiento. Vieron juntos a Wong enseñarle a sus aprendices y Elena disfrutó ver a Wong pedirle a Stephen ser sujeto de prueba con ellos. Claramente y de manera arrogante pero dulce, Stephen venció a todos los estudiantes y ganó.

Ella sabía todo de él y él todo de ella. Pero mantenían una relación amistosa muy tensa. Y eso, de pronto estaba comenzando a pasarles la cuenta.

Ese día, Elena estaba meditando. Era de noche y Melody acaba de dormirse. Tomó el tiempo exacto para meditar y cuando terminó fue a la biblioteca a buscar algo que leer mientras pensaba con cena iba a esperar a Stephen que había tenido que ir con Wong al santuario de Hong Kong.

Ahí, buscando encontró un sinfín de libros como siempre. Pocas veces se había metido a la biblioteca de Stephen en el santuario. Porque no era mucho de leer. Leia si algo realmente le gustaba y para encontrar algo que realmente le gustara, era muy complicado. Sin embargo, escarbando entre un montón de libros apilados al final del oscuro pasillo, Elena encontró un libro de romances eróticos.

Red Rope  ━ Stephen Strange/Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora