"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias"
Pero ¿Y si ese hilo conecta tres personas?
¿Eso es posible?
Lυcнαr pαrα ѕoвrevιvιr, ѕoвrevιvιr pαrα αмαr⸻ ϟ
#1 EN STEPHENST...
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Elena abrió los ojos con un dolor punzante en su cabeza, había estado sumida en una pesadilla donde no podía dejar de matar armaduras de Tony una y otra vez para proteger a Wanda. Se medio sentó sobre una camilla y rápidamente observó a su alrededor, estaba en una pequeña sala de color blanco, un monitor a su costado y a Steve, sentado en una silla junto a la pared.
—¿Steve?
El capitán miró hacia la camilla, había estado demasiado sumido en sus pensamientos y no se había dado cuenta de que ella ya había despertado; se levantó sin demora acercandose a ella y se sentó al borde de la camilla.
—¿Cómo te sientes?
— Me duele un poco la cabeza, pero estoy bien — Steve posó las manos sobre las de Elena con cariño — ¿Qué fue lo que pasó Steve?
Steve suspiró y bajo la vista.
—Ultrón uso una de sus marionetas para herirte, intentaste salvar el cetro — Elena se sentía fuera de lugar, pero no sabía si era por la mirada que Steve le había dado o porque aún se sentía dentro de la ilusión a la que había sido sometida a través del cetro — Tony y Bruce dicen que estuviste teniendo alucinaciones.
—¿Y como puedo asegurarme que aun no estoy dentro de ella? — Elena preguntó, observando los fuertes ojos azules del Capitán
—Ya no estás ahí — le aseguró — Puedo... ¿Saber que viste, Elena?
Ella se estremeció por la forma en que su nombre salió de los labios de Steve, mordiendose el labio inferior inconcientemente. Recordar le resultaba inquietante, porque el sueño involucraba detalles de su vida y de los gemelos que consideraba sumamente privada; pero Steve, él estaba haciendo todo lo posible por ganarse su confianza, y no por algún interés en particular, simplemente era porque ella le importaba.
—Mataba armaduras legionarias que intentaban atacar a Wanda, ella no reaccionaba, lloraba sin parar y yo, mataba esas cosas... — Elena se detuvo, cerrando los ojos y Steve apretó con ternura la mano de ella entre las suyas.
—Los vamos a encontrar, te lo prometo — Elena abrió los ojos para verlo un poco más cerca que minutos atrás, podía sentir su aliento rozar sus labios y la sensación la hizo sentir cosquillas sobre los labios que él habia besado antes
De momento, las palabras estaban demás y Elena lo comprendió al instante cuando vio a Steve titubear en el un intento de besarla, ella miró sus labios y acortó la distancia para juntar su boca y la del capitán; Steve sintió un ardor en su pecho, la rebelde sensación de pegarla más a su cuerpo y sentir más que lo carnoso de sus labios, quería mucho más. Y estaba muy sorprendido de ese sentimiento.
Steve comenzó a mover sus labios sobre los de Elena con suavidad y deseo, uno que lo hacía sentir incómodo pero uno que ansiaba mas que todo en ese momento. Elena subió sus manos hasta el cuello del capitan metiendo sus dedos en la corta cabellera rubia mientras con vergüenza sentía el roce de la lengua de Steve, sin dudarlo entre abrió mas los labios para buscar la lengua del capitán y enrredarla con la suya, la sensación hizo sentir a Steve en las estrellas, literalmente.
