XIV - ¿Darse cuenta de...?

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MEIKO:


Volvieron a iniciar las clases, pero se dio cuenta de que la nueva no estaba. Se preocupó un poco al principio, temiendo que se hubiera acobardado o estuviera asustada por algo, pero pensó en que mejor no le diera demasiada importancia, ya que quizás sólo se hubiera ido a casa harta de las clases. Algo que le pareció inteligente y que probaría de hacer otro día.

Cuando todos los alumnos estuvieron sentados y la clase en silencio, antes de que el profesor pudiera decir nada, se abrió la puerta de golpe.

Creyó que sería Miku, pero no fue así. Aunque alguie parecido.

-¿Está Miku Hatsune aquí?- preguntó quien había entrado.

El profesor repasó el aula hasta que dio con el pupitre de la chica. Completamente vacío.

-No. Es extraño. Esa mañana estaba aquí.

El chico que acababa de entrar dio un fuerte golpe en la puerta del aula y se marchó cerrándola de un golpe, algo que dejó a toda la clase alucinando, incluyéndose a ella.

-¿Qué le habrá ocurrido?- preguntó Rin en voz alta. No le impresionaba que ella estuviera tan asustada.

-Hace unos minutos me dio su canción para que se la devolviera a Len diciendo que ella no quería tener que cantarla- dijo Kaito sacando la hoja de su mochila con una mirada que le parecía rara en él.

Len, que estaba sentado delante de ella, extendió el brazo en diagonal para coger el papel que le estaba entregando su amigo.

El chico miró el papel con curiosidad, hasta que cayó en una cosa. Al fondo de la canción, al final de todo, había una cosa escrita en rojo con la letra de Miku.

Meiko estiró el cuello para leerlo también.

"No me presionéis para que haga algo que no quiero. Siempre me han obligado a hacer cosas que detestaba, y esa era una de las razones por las que odiaba ser quien soy".

Len se quedó de piedra ante esas palabras. No porque sus significado fuese negativo y perjudicial hacia ella, pero se dio cuenta de que no era rotulador rojo, sino sangre.

"Su propia sangre", pensó Meiko asustada. "¿Acaso está loca?".

El chico se levantó de la silla sin preámbulos y ante la mirada de furia del profesor, salió del aula a una velocidad inhumana.

Por consecuencia, Rin también se levantó, y fue seguida por Luka, la que gritaba que se detuviese, pero no hizo caso. Así que ella también decidió levantarse. Miró al profesor con cara de inquietud y se fue corriendo de clase ignorando a cualquiera que se pusiera en su camino.

Ella había visto lo que Len, y también estaba muy asustada por ello.

No tuvo tiempo ni de salir del aula, que todos los alumnos ya estaban levantados. El profesor salió de la clase más que enfadado asustado, y algunos compañeros se quedaron quietos cuchicheando entre sí que qué era lo que había pasado.

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