Rolling Girl

XLVIII - La única riqueza es ella.

-La herencia iba directa a mi hermana y a mí cuando nuestro padre falleció, y por consecuencia nos volvimos extremadamente ricos. Sin embargo, ahora que nuestra madre, la mujer que mantenía nuestro dinero hasta nuestra mayoría de edad ha muerto, mi madrastra está que echa humo. Mis padres estaban divorciados, y a mi padre no se le ocurrió otra cosa que volverse a casar con una fulana de tres al cuarto. Ahora ella es nuestra tutora legal. Pero nos quiere muertos porque sabe que la herencia es nuestra y que "Sólo en caso de la muerte de mis hijos (rezo para que no pase) la herencia será de ellos". Palabras textuales. ¿Y los tres mafiosos del otro día? Nos querían linchar, simplemente. Contratados por ella, con parte del dinero de mi padre dejó para la familia. Matar a unos adolescentes, ¿no te parece una locura?

Miku estaba perpleja por toda la narración que acababa de soltarle IO, y asintió lentamente a la última pregunta como si todavía intentase calibrar las palabras del chico. Al parecer esos muchachos que siempre iban de aquí para allá con ropa desaliñada y armas escondidas en la mochila resultaban ser los hijos de un millonario.

Pero no lograba ver la relación de SeeU con todo eso.

-¿Y qué pinta SeeU en este alboroto?- inquirió.

-Los mafiosos tienen espías- respondió IO sentándose en una silla y apoyando su cabeza en sus manos. Visiblemente parecía muy alterado, y Miku se dio cuenta rápidamente-. Me vieron vigilándola, y decidieron tomarla como rehén.

-¿Y eso por qué?

-Porque creen que tengo una relación especial con ella o que por lo menos me tiene enamorado. Malinterpretaron mi vigilancia, supongo.- Y volvió a levantarse-. El hecho es que me dijeron literalmente que si quería ver a esa chica viva debía entregar toda mi herencia de inmediato. Yo... Yo creí que era un farol. Pero veo que me equivoqué.

Miku vio la alteración subiendo cada vez más. No creía que IO se sintiera culpable sólo porque una chica había salido herida por su culpa. Pensó que quizás incluso llegaba a sentir un aprecio especial por SeeU. Pero no quiso decir nada respecto a sus pensamientos sobre ese tema.

-¿Y qué harás ahora?- preguntó Miku tras un leve silencio.

-Necesito tu ayuda- dijo simplemente.

-¿Por qué? No quiero que me tiren tres taquillas encima y me dejen en coma.

Esas palabras alertaron a IO.

-¿Está en coma?

-De momento- respondió Miku, apenada por la situación.

Él se frotó la cabeza con nerviosismo.

-Y con mi ayuda... ¿qué harás ahora?- volvió a preguntar.

-Quería una escolta. Una informadora. Alguien de confianza que me pudiese decir si está bien, pero...- No pudo terminar la frase.

Ella se había cruzado con SeeU días antes. Había dicho que no podía decir nada respecto un tema... Y creyó que el tema era sobre las chicas que la pegaban. Pero se equivocaba. Era más oscuro, y a lo mejor ella ni siquiera era consciente del peligro que conllevaba.

-No debí meterla en esto. Aunque ni siquiera pude elegir- murmuró el chico.

-Una pregunta... Así, un poco personal- inquirió de repente Miku. Él prestó total atención.

-Dime.

-Si hubieras sabido que iba totalmente en serio esa amenaza y hubieras sabido que esto iba a pasar... ¿Les hubieras dado tu herencia?

A pesar de que la pregunta era muy íntima y personal, IO no tardó ni un segundo en responder firmemente.

-¡Por supuesto! Ninguna bolsa del dinero lo suficientemente llena puede comprar la vida de alguien como ella.

Al decir eso, le giró la cara a Miku. Dirigió su mirada a la ventana y puso las manos en los bolsillos. Ella se quedó estupefacta por la reacción del chico. ¿Eso era realmente amor? Ella sabía que ese sentimiento te hacía decir y hacer locuras. ¿Pero lo que acababa de decir lo era? Lo dudaba. La manera en que lo dijo, lo rotundas que sonaban sus palabras, eran verdaderas, e hicieron que ella sintiera cierta empatía hacia ese chico.

Y sobre todo hacia SeeU. Ella era la que peor lo estaba pasando.

-Tengo que ir al hospital a verla- dijo IO tras un silencio que parecía haberse propagado por todo el instituto.

-Yo te acompañaré- dijo Miku.

Lo que ella no sabía es que iban a ser los únicos en visitarla.

~♥~

El instituto es un palo, ¿cierto? :( Tengo avanzada la historia pero no saco tiempo para subirla. Tengo exámenes y trabajos acumulados por unos días de enfermedad. Pero voy a retomarlo :3 aunque quizás tarde más de lo que quiero. Y eso que estos capítulos son cortitos...