-Si tuvierais que elegir a uno de todos, ¿cuál escogeríais?
Rin, Gumi, Luka, Miku, Meiko, Kasane y Haku estaban sentadas alrededor de un par de mesas de la clase mientras miraban al otro lado del aula, donde estaba la gran mayoría de los chicos. Era un día tranquilo, y tras tanta movida después del día anterior, las clases volvieron a la normalidad.
-Supongo...- empezó Luka mirando con interrogación a los chicos, estudiándolos de cabeza a pies-. Supongo que con Gakupo.
-Pero no se vale- refunfuñó Rin-. El tuyo era demasiado obvio.
-¿Lo era?
Todas las de la mesa rieron.
-Yo prefiero a Len- dijo riendo Gumi-. Es adorable. Como su hermanita.- Pellizcó la mejilla de Rin tras decir eso.
-No hables de esas cosas delante de mí, Megpoid...- dijo la chica frotándose la mejilla que le había pellizcado su amiga.
-Yo me quedo con... Yuma, evidentemente- dijo Kasane como si estuviera orgullosa de su elección.
-Pues parece que has dudado un poco...- rio Haku mientras lanzaba una bola de papel a uno de los chicos que estaban en la otra punta.
-Bueno, es que Honne tampoco está mal... La bola de papel fue a caer justo en la cabeza del pequeño Utatane Piko, y todo el grupo de chicos se giró hacia el de las chicas, las cuales giraron la cabeza hacia otro lado disimulando falsamente y de una manera muy penosa.
-Pues yo prefiero a ese del pelo azul de último año- dijo Akita que se había acercado al grupo de amigas tras ver como una de ellas tiraba una bola de papel a la cabeza de uno de los chicos.
-¿Mi hermano?- preguntó Miku con una sonrisa pícara.
-El mismo.
-¡Ese es para mí!- gritó Rin mientras se ponía de pie.
Toda la clase dirigió la atención a ella y sus amigas se pusieron a reír descontroladamente.
Mientras reían, hubo una vibración en el aire que hizo que Miku y Kaito entraran dentro de su mutuo radio visual y cruzaran miradas con una pequeña sonrisa. Tras eso, ella bajó la mirada tímidamente pero sin dejar de sonreír.
A esa acción su amiga no pudo quedarse callada.
-¿Qué ha sido eso?- inquirió Rin con un bajo tono de voz, dando un golpe sobre la mesa y acercando su cara a la de la chica.
-¿El qué?- dijo ella. Realmente no sabía de lo que hablaba porque su cabeza, por un momento, se había ido a otra parte.
-Esa mirada de complicidad.- No esperó ni a que Miku reaccionara y saliera de donde su cabeza se había estancado-. Ah, ah. A mí no puedes mentirme con estos temas, Hatsune Miku, lo sabes.
Todas las presentes dirigieron su atención a la chica de las largas coletas azules. Se ruborizó al ver todas las miradas puestas en ella. Notó que el corazón se le aceleraba y las manos le empezaban a sudar.
-¿A qué te refieres, Rin?- quiso saber Luka.
-Os habéis mirado durante un instante y has sonreído tontamente- dijo Rin mientras sonreía con picardía.
-¿Quién?- quiso saber esta vez Meiko.
-Miku y Kaito.- Tras la afirmación, cruzó los brazos y asintió satisfecha de su descubrimiento.
Todas las chicas chillaron llenas de alegría.
-¿En serio?- dijo Luka eufórica. Abrazó a su amiga y le dio un beso mojado en la mejilla-. ¡Qué mona!
-¿Qué? ¿Qué pasa?- Miku parecía ser la más desconcertada de todas.
-Ah, l'amour...- dijo Haku con acento francés.
-¿Amor?
-¡Sí!
-Me duele que seáis tan testarudas...
-Creo que por eso se dice ai- dijo Rin.
-¿Ay?
-¡Sí, amor en japonés!- y luego saltó encima de su amiga para abrazarla.
-No entiendo nada...
-Es lo bonito del amor: que no entiendes nada- rio Gumi.
-Esperad... ¿Insinuáis que estoy enamorada... de Kaito?
Todas asintieron al unísono. Incluso Meiko, que empezaba a tener superado ese tema de desamor, aunque lo cargaba con mucho dolor.
Miku chasqueó la lengua y se puso de pie.
-Eso es imposible- dijo en un tono de voz demasiado alto-. Yo no puedo estar enamorada de Kaito.
Al decir eso, los chicos dirigieron toda su atención a la chica. Ella se sonrojó tras ver la cara del chico del que hablaban y un fuerte impulso le dijo a su cerebro que corriera y saliera de ahí, pero los pies la retenían al suelo.
-Anda...- dijo Rin entristecida, como si lo que hubiera dicho la desilusionara-. ¿Por qué no puedes?
-Porque... Porque...- Todas las miradas puestas en ella. Escuchó por lo lejos alguna risita estúpida que la reconoció enseguida: Lin Haine. Y se estaba riendo de ella. ¿Lo iba a consentir? Pues claro que no-. Porque me daría muchos problemas.
-¿Qué clase de problemas?- inquirió Luka.
-Como distraerme en clase, o ser el centro de atención entre las chicas de todo el curso, o lo que es peor, hacer el ridículo. ¿Nadie piensa en el ridículo que puedo hacer si me enamoro de un chico como él? Me convertiré en una merluza con patas que no se sujeta de pie y que se cae cada vez que le ve. Eso no puede ser- dijo rápidamente y con nerviosismo, como si realmente a quién quisiera convencer fuese a ella y no a todos los presentes.
Sus amigas estallaron a risas y la mayoría de los chicos hizo lo mismo, incluso Kaito. Realmente sí que debía estar enamorada, pues acababa de hacer un ridículo enorme. Ni siquiera había pensado en lo que acababa de decir.
-Eh... Lo que quería decir era...
Lo que la salvó fue el profesor Akio Sunohara entrando violentamente en clase.
-¡¡¡Todo el mundo a sus sitios!!!- gritó vigorosamente mientras tiraba todos los papeles en la mesa.
Todos hicieron caso al instante, pusieron rápidamente las mesas en su sitio correcto y se sentaron en su respectivo asiento.
Tras esa acción rápida, la clase permaneció callada y, al mismo tiempo, aterrorizada. Pero el hombre sonrió y dijo:
-Qué fácil es acojonaros- y soltó una risa perversa. Luego empezó la clase normalmente.
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Rolling Girl
RandomEnvuelta en un halo de críticas, burlas, insultos e incluso agresiones físicas, Miku se consigue deshacer de todo ese horripilante pasado y se cambia a un nuevo instituto lleno de personajes nuevos amantes de la música.