XLI - El confesionario.

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Rin chasqueó los dedos frente la cara de su amiga. Había estado distraída desde la hora del almuerzo y parecía que estuviera en sus primeros días de instituto, pues llevaba la cabeza gacha y no miraba a nadie. Ni se atrevía a hacerlo. Quizás creía que si la miraban directamente a los ojos le leerían la mente, y ella no quería eso.

Lo que hizo Kaito la dejó un poco desconcertada pero, al mismo tiempo, feliz. Tampoco sabía qué pensar sobre el tema, no sabía qué pensar sobre él. El hecho de haberla besado sin previo aviso la hacía sentir pequeña e irónicamente grandiosa.

-Tierra llamando a Miku- dijo Rin con voz monótona agitando las manos delante de la cara de la chica. Cuando ésta reaccionó, soltó una risita-. Jo, tía, estás muy ida, ¿eh?

-Hm- dijo asintiendo con la cabeza.

-Por qué será...- musitó Luka intentando disimular.

-¿Ha pasado algo?- preguntó Rin ladeando la cabeza para tener los ojos de su amiga a su altura.

-Más o menos...- respondió tímidamente. No quería hablar sobre el tema, pero estaban muy insistentes.

-Oh, ya sé de qué va la cosa- rio Luka.

-Sí... Creo que yo también...- soltó Rin entre risitas agudas.

-¿De qué va?- las puso a prueba Miku.

-De Kaito y tú- respondieron al unísono.

Ella se ruborizó y, para disimularlo, se golpeó las mejillas y cerró los ojos con mucha fuerza, atenuando el recuerdo de lo sucedido, pues a cada segundo se iba intensificando más. Se notaba la cara ardiente y que el corazón le latía frenéticamente sin pausa, como si quisiera salir de su pecho y gritar histérico de la emoción.

-Así que sí- dijo Rin dándole un codazo amistoso.

En el ático no había nadie, así que las tres amigas empezaron a machacarla a preguntas sobre qué había pasado.

Al final, después de tanta obstinación, Miku resopló y, con inquietud, intentó buscar las palabras entre el poco aliento que le quedaba para decir lo que había pasado.

-No podéis decírselo a nadie- comenzó-. En serio.

-¡Palabra de cantante!- dijo Rin levantando la mano izquierda mientras ponía la derecha encima del corazón.

-Palabra de cantante- repitió Luka haciendo el mismo gesto.

Ese dicho se hacía mucho entre ellas cuando tenían un secreto que nadie, ni siquiera Meiko, podía saber. Juraban por la música y por su honor como cantantes. Algo estúpido y exagerado, pero era su más fiel manera de decir que incluso se jugaban la vida en ese secreto.

-Kaito me ha besado- dijo simplemente con mucha timidez.

Rin no se cortó. Se puso de pie de un salto y soltó un grito enorme.

-¿¡QUEEEEÉ!?

Luka ahogó un grito, y se puso a reír pícaramente mientras aplaudía con alegría. Rin dio un par de saltos sobre sí misma y también se puso a aplaudir mientras vitoreaba eufóricamente.

-¡No me lo creo! ¿En serio? ¡Júralo!- chilló Rin con el tono de voz que solía poner cuando todo le salía estupendamente.

-Lo juro- dijo Miku avergonzada por haberse puesto en evidencia.

-¡Júralo por Hades!

-¿Por Hades?

-¡Sí!

-Vale, pues... Lo juro por Hades.

-Nunca digas su nombre en vano, Miku.

-No lo he dicho en vano. Realmente Kaito me ha besado.

Rin empezó a reír felizmente mientras aplaudía. Luka, por otro lado, no parecía tan exageradamente contenta como su pequeña amiga.

-Y... ¿Y cómo ha sido?- preguntó Rin sentándose de golpe en el suelo.

-Pues... Cómo decirlo...- pensó la chica.

-¿Suave? ¿Dulce? ¿Agrio? ¿Picante? ¿Romántico?- empezó a soltar adjetivo, nominándoles cada vez con más énfasis-. ¿Sexy?

-Rin...- la advirtió Luka.

-¿Qué? Viniendo de Kaito ese es el adjetivo más acertado.

-Pero relájate, ¿quieres?

-¿Con lengua o sin lengua?

-¡Rin!

-Sólo es curiosidad. Ya sabes que, a más información, mejor.

Miku no respondió. Seguía con la cabeza gacha, mirando el suelo con timidez. Quizás contarle a Rin eso no fuese lo más acertado. Aunque confiase en ella, su tozudez con esa clase de temas no era nada anímico en aquél momento. Necesitaba estar sola, con la mente en blanco.

-Fue inesperado- dijo simplemente tras dejar volar unos segundos de silencio.

-¿En serio? ¿Beso a traición? ¡Qué guay!- exclamó Rin-. ¿Y te dijo algo?

-Me dijo: "Creo que ahora te lo he dejado más complicado, ¿no?".

-Oh, vaya. Eso me corta un poco el rollo. Creía que soltaría un "Desde que te vi por primera vez no he podido pensar en nadie más" o "Quiero que estés a mi lado pase lo que pase" o...

Luka decidió intervenir con su filosofía y madurez y dio su opinión sobre el tema, haciendo callar a Rin con un gesto fugaz con la mano.

-Creo que con eso se refiere que, como antes ya tenías dudas, con el beso te han venido muchas más. Pero yo creo que si lo enfocas desde otra perspectiva, lo puedes ver mucho más claro.

-¿Qué quieres decir?- se preguntó Miku.

-Que le tienes que dar de su propia medicina.

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