XXXI - Perdida.

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RIN:

En su casa no estaban los padres. Len y Rin aprovecharon para hablar seriamente sobre el estado de su amiga. Había entrado en shock por alguna razón que desconocían, y el dolor en su cuerpo no le causaba efecto alguno en su mente.
-Len, ¿qué crees que le pasará a Miku?- dijo Rin preocupada.
Sentado encima de su cama, Len se tumbó mirando al techo con el brazo en la frente.
-No lo sé. Diría que le está afectando demasiado el pasado- respondió.
-¿Cómo? ¿Qué quieres decir?
-Supongo que separarse de sus antiguos temores y de repente volverlos a ver la han vuelto... majara, por así decirlo.
-¿Dices entonces que Miku no siente el dolor porque en un pasado la golpearon demasiado?
-Son como esos tíos raros que se suicidan cortándose las venas alegando: "el dolor que sentía no era nada comparado con el dolor que padecía mi corazón".
-Sufre más por dentro que por fuera, tanto que ni siquiera se entera de cuando le arrancan la piel.
Él asintió.
-Anteayer, después del palizón que les dio a sus antiguos enemigos, se comportó como si nada. Sus muñecas no le dolían, ni su mano, después de partirle un diente a uno.
-Yo sí que sufro por ella, ¿y si la perdemos?
-No está loca del todo, Rin, sólo sufre una crisis temporal. Da gracias de que por lo menos no se intenta suicidar.
-Mucha presión en un solo día. Seguro que sí que lo ha intentado. Si total, no le duele nada.
-Sí que le duele, pero no lo nota. Rin, ¿no te das cuenta de que realmente no sufre por nada, ahora mismo?
-¡Tenemos que avisar a su hermano!
-Él ya debe saberlo...
Ella miró por la ventana de al lado de su cama. Estaba perdida mentalmente. No podía soportar el hecho de que su mejor amiga estuviera perdiendo la cabeza por culpa de unos insensibles.
Hubo un silencio en la habitación hasta que Len y Rin se levantaron de la cama y se señalaron mutuamente.
-¡Tenemos que vengarnos!- dijeron ambos a la vez-. ¡Pues claro que tenemos que vengarnos!
Dicho eso, se pusieron a reír.
-Esos imbéciles no tienes derecho a hacer sufrir a Miku de ninguna de las formas- afirmó Rin levantando el puño.
Su hermano también lo levantó y juntos gritaron eufóricos mientras los golpeaban mutuamente.
Después de ver por la televisión juntos su serie favorita, llegaron por fin sus padres. Tuvieron que disimular a la perfección el problema que sufría su amiga, pues podrían preocuparlos más de lo debido.
-¿Qué tal en el colegio?- le preguntó su madre.
-¡Bien, bien!- respondió Rin a toda prisa-. ¡Ya han elegido las canciones!
Quiso desviar el tema al festival, así no tendrían que contestar preguntas sobre sus compañeros de clase.
-¿De verdad?- se sorprendió su padre-. ¿Y cuáles son? ¿Alguna vuestra?
Len negó con la cabeza.
-Este año todas las canciones que han sido nominadas eran de una sola persona- le respondió.
Rin le dio un leve golpe en el hombro, avisándole de alguna manera que no tenía que mencionar para nada a Miku en ninguno de los aspectos.
-Vale- le susurró-. Las canciones son Magnet y Redial- le comentó a sus padres.
-¿Y de qué van?- preguntó la mujer colgando la chaqueta en el perchero.
-Eh... Pues...- intentó responder Len-. No lo sabemos.
-¿No?- se impresionó su padre-. Eso es raro. ¿No os las cantan siempre antes? -¡Ah! ¡Es verdad!- exclamó Rin señalando a su padre poniéndose de rodillas en el sofá-. ¡Con eso no contaba!
-¿En serio, Rin?- le susurró su hermano.
Rin cogió a su hermano de la muñeca y lo llevó a su cuarto mientras los padres se miraban entre ellos perplejos.
Cuando llegaron allí, la chica se miró a su hermano seriamente.
-¿Quién cantará, entonces?- le dijo.
-Em... Pues... ¿Luka?- le respondió con obviedad.
-¡Qué vamos a hacer!
-No te desesperes, hermanita. Aún está lejos, el festival.
-¡No me digas que no me desespere!
-Vale, calma...
-¡No me digas que me calme!
-Baja el volumen...
-¡No me digas que baje el volumen!
-Oye...
-¡Cállate!

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