Entrar al mundo de las drogas era demasiado fácil, solo bastaba con una pequeña probada para que te vuelvas adicto a algo que te consumiría poco a poco y cuando te dieras cuenta del daño que te hiciste, que has provocado por culpa de las drogas, estarías completamente hundido. Salir de ese mundo no era nada fácil, el proceso era difícil y mucho.
Gustabo se encontraba en la peor etapa, sobrevivir a la abstinencia de las pastillas y el polvo que solía inhalar, el programa de Michelle era brutal, si bien ella no se estaba haciendo cargo de él, si está al pendiente de su progreso. Como buena amiga y ex compañera de la marina, ayuda a Gustabo a que por fin tenga la vida que tenía que llevar desde que salió de la marina. Así que mientras él agoniza por la abstinencia, ella se encarga de que su cabaña de hombre al que no le importa la vida ni él mismo, sea apta para la llegada de una pequeña niña.
Encerrado en una habitación, con solo una pequeña ventana y, según él, un estúpido cuadro de un paisaje hermoso, Gustabo estaba viviendo los peores días de su vida. Lleva una semana sin consumir nada, no lo ha matado, pero él jura y grita que lo están matando.
El reloj que tiene en la parte de arriba de su habitación, encerrado con una pequeña reja para que ninguno de los pacientes en rehabilitación lo tome y lo rompa. Escuchando el agobiante tic, tac, que taladra su cabeza, cada que esas manecillas se mueven siente que su cerebro explotará. Le es imposible controlarse justo ahora, su cabeza comienza a recordarle todas las cosas que hizo para llegar a ese punto. Su niñez, abandonado por su padre a los 8 años, convirtiéndose a esa corta edad en madre y padre para sus dos hermanos. Entrar en la marina y tener que soportar pruebas que un ser humano normal jamás podría soportar. Enterarse de la muerte de su hermana. Y convertirse en un ser infeliz, alejándose de todo lo que podía darle un poco de felicidad, se autocastigo, no merecía ser feliz, ni por un solo momento y así fue en todos esos años, apenas una ráfaga de felicidad se asomaba en su vida le duraba pocos segundos.
La droga, esa era su única y fiel compañera que lo levantaba cada día y lo hacía soportar caminar entre los vivos sin querer suicidarse. Incluso podría mencionar que la droga le daba una ráfaga de felicidad que solo él comprendía y toleraba.
Estaba furioso consigo mismo, triste por abandonar a su familia, dándose por vencido en un momento donde se dejó caer en uno de los rincones de su habitación, echándose a llorar como un niño pequeño. Por fin lloraba, había estado conteniendo cada sentimiento y emoción que había retenido todo ese tiempo, fluía como lluvia en su interior.
La sonrisa de Michelle, quien lo estaba viendo por las cámaras de seguridad de su habitación, se ensanchó cuando pudo verlo llorar. Llorar, gritar y sacar todo lo que su interior guardó, era una muy buena señal. Gustabo estaba por buen camino y ese camino cada vez lo acercaba más a la paternidad.
- Entraré – dijo la pelirroja.
- Señora, es peligroso entrar. El sujeto ahora es como una bestia salvaje sin alimento, si entra, será peligroso.
- Ya me enfrenté a esa bestia una vez y sobreviví, estaré bien.
Michelle puso el código en su puerta y entró, Gustabo estaba en un rincón simplemente mirando a la nada. El paso que seguía era dejar al sujeto sin estabilidad emocional, sin muros, sin fronteras. Exponerlo totalmente.
Y, sería difícil con Gustabo. El hombre ha puesto muchas barreras que ni él mismo puede poner abajo, ha estado solo mucho tiempo y lo único a lo que recurre es droga y alcohol, deberá dar en un punto jodidamente débil para poder romperlo y así comenzar de cero.
- Estás hecho una mierda – dijo con una sonrisa – Mientras te miraba llorar como un bebé, me puse a pensar ¿eres capaz de amar? Dime, alguien como tú, sabiendo que tu hermana murió de una sobredosis y aún así entraste al mundo de las drogas y que no has tenido una sino dos sobredosis ¿tienes esa capacidad de amar? ¿Te amas a ti mismo, Gustabo? ¿Podrás amar a un bebé inofensivo?
ESTÁS LEYENDO
Ahora soy papá
Fanfiction"No seré buen padre, no puedo darle todo lo que necesita, soy un maldito asesino ¿Cómo podría darle algo bueno a un bebé?"