Capítulo 1 "Decisiones"

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Primera Parte...



Gustabo bebía su quinto whisky, Danny se acercaba a él después de cerrar el bar, lo miró y se sirvió un trago para acompañarlo.

-  Lo siento mucho Gustabo, sé lo importante que Horacio lo era para ti aún.

-  No sé qué hacer Danny, soy la única familia de ambos. Victoria no tenía a nadie y bueno, soy el hermano de Horacio – suspiró.

-  No hagas nada – lo miró – No eres capaz de tener a un ser humano a tu cargo, solo mírate Gustabo, eres dueño de un bar que no tiene mucha fama, sales de libertinaje todas las noches, eres un drogadicto alcohólico que ya estuvo en el hospital dos veces por sobredosis y no estoy diciendo de tu trabajo "nocturno". No eres el hombre indicado para la paternidad.

Gustabo suspiró, pasó una mano por su cabello. Tenía razón, no era hombre para la paternidad. Pero no podía dejarla sola, era su familia, su sangre, él sabe lo que es estar en orfanatos, lo estuvo con Horacio y Ginny, no pudieron ser acogidos por nadie, así que escaparon y Gustabo los mantuvo, les dio un techo, les dio comida, los educó y cuando cumplió la mayoría de edad se fue a la marina, dónde ganaría mucho más dinero y les pagaría las carreras que sus hermanos eligieran.

Por desgracia, estar en la marina le costó a su hermana Ginny, no estuvo para ella y a sus 18 años falleció por una sobredosis. Se culpó y se sigue culpando por la muerte de su hermana, no estuvo con ella y le costó la vida. Trató de darle lo mejor a Horacio, tuvo una gran carrera en Quántico y muy rápido fue reclutado en el FBI, cuando él se retiró de la marina, tomó la decisión de alejarse de Horacio por completo porque creía que terminaría muerto, lo siguió apoyando financieramente hasta que él le dijo que ya no necesitaba su dinero. Gustabo se convirtió en lo que ahora es y no tenía remedio.

-  Piénsalo Gustabo, no serás buen padre, tú no deseas la paternidad y eso lo sé muy bien.

-  Lo sé – dijo Gustabo – Pero tengo que intentarlo, ya perdí a mi familia y ella perdió a sus padres, soy lo único que le queda.

-  ¿Y qué harás? Entiéndelo, no serás buen padre.

-  Danny, con todo el respeto que te tengo, púdrete. Deberías darme al menos la duda de que podría ser padre, pero en cambio me tratas como si fuera a matarla en el primer día que la tenga.

-  Porque es lo más posible.

-  Mira cabrona, tengo tiempo, puedo ir a rehabilitación, arreglaré la cabaña, compraré una puta camioneta si es posible, le daré a esa niña lo que mi hermano y cuñada pudieron darle.

-  Suerte con ello, pero soy muy realista, tú no eres capaz de esto Gustabo.

-  Te demostraré lo contrario – la miró – Y es cierto, no deseo, ni busco la paternidad, pero esa niña me necesita así que seré su padre.

Pero la decisión de la paternidad no se toma a la ligera como el destapar una cerveza, era una responsabilidad muy grande y para eso necesitaba ayuda. Pero no la hallaría con las personas que dicen ser sus amigos, si a la chica que creía lo escucharía, fue quien lo juzgó a la primera, aunque estaba siendo realista, es un completo caos y no sirve para eso.

Para tomar la paternidad, tiene que poner su vida en regla y solo había una persona que podía hacerlo entrar en razón por más que odiara.

Así que esperó al día siguiente y la citó en su cafetería favorita, justo cuando despertó se fue a su costumbre de tomar esa pastilla azul, pero entonces se detuvo, la droga era el primer punto rojo en su vida que tenía que eliminar. Al llegar pudo verla, su cabellera roja cubría sus hombros y su espalda, podía verla con la taza en sus manos, mientras ajustaba sus lentes. Una pequeña sonrisa se le formó, recordando la primera vez que vio a una mujer rodeada de hombre en la marina y no tambaleo por todo lo que ellos, incluidos él, le hacían para que dejara el puesto de un lugar que solo es para hombres. En efecto, ella le dio la paliza de su vida y le hizo respetar a las mujeres como se debe. No lo niega, la ama y la admira, es la mujer que tiene en un pedestal como una diosa que les dio una lección a la marina, y es por eso que solo ella podría ayudarlo.

Ahora soy papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora