Capítulo 36 "Un cumpleaños bastante peculiar"

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Después de un mes Jack había vuelto al trabajo, después de que su médico lo regañara por darse de alta, Jack estaba de nuevo en comisaría, al menos haría trabajaría en la oficina y ningún tipo de trabajo pesado. Durante todo el mes trato de convencer a Gustabo de que dejara a John, de que no volviera a ese mundo del que tanto trato de salir, pero solo le respondía "mantengo calmada la marea" y se iba sin más.

Gustabo podía excusarse con salir con John para ayudar con la propuesta de alcaldía de Salinas, citas con Armando y ajustes en su plan, todo ajustado para el rango de tiempo que tenía. Tuvo que esperar a que sus costillas sanarán y que Jack estuviera del todo bien, admite que todo ese tiempo que fue su enfermero personal los unió aún más y se ganó de nuevo la ciega confianza de él. Su plan se ajustó a sus nuevas circunstancias y el tiempo se limitó por sus heridas. Lo único que lo reconfortaba, es que hasta el momento nadie sabe sobre su padre y sobre él, pero aún tiene la mira fija en Kyle.

Pero ante todo eso, esa mañana era algo especial. Gustabo ya no sintió a Jack a su lado en la cama, así que despertó más obligado que por gusto, pero cuando abrió los ojos, escucho ruido de pasos y murmullos, frotó sus ojos y cuando miró hacia la puerta que estaba totalmente abierta, vio a Jane dejar a Brooke sobre él, comenzó a reírse al ver a su pequeña sentada sobre su pecho.

— Papi.

— Hola amor — la cargo y le dio un beso. — Dime, ¿qué hacen tu papá y tu hermana?

— No sé — dijo mirándolo.

— Bien será mejor que vayamos a...

Jack y Jane entraron con un pequeño pastel y una vela encendida, escuchándolos cantar feliz cumpleaños, Gustabo sonrió en grande al verlos.

— Por Dios — susurro.

— ¿Creíste que lo olvidamos? — dijo Jane sentándose a sus pies.

— A decir verdad, yo olvidé mi propio cumpleaños — dijo Gustabo, sentando a Brooke en su regazo.

— Por eso estoy yo para recordártelo cada año — dijo Jack dándole un beso en los labios. — Feliz cumpleaños amor mío.

— No me hace muy feliz cumplir 35 años — pasó una mano por el cabello de Brooke.

— Por favor, ni parece que tengas 30 años, no sé porqué te quejas papá — dijo Jane.

— Es cierto, soy sexy — miró a Jack con una sonrisa. — Bueno — miró a su hija, a Jane y después a su novio — Un deseo.

Cerró los ojos y solo deseo una cosa, que todos fueran libres y apagó la vela.

Así daba comienzo a su cumpleaños.

Había reservado su noche para cenar con su familia y tener un cumpleaños como una familia normal. Por lo que tenía que hacer todas sus cosas en compañía de su hija que ya se había vuelto bastante habladora.

— Y aquí tienes — dijo Catalina dándole una cajita. — Feliz cumpleaños amigo.

— Por Dios, ¿porque todos se acordaron de mi cumpleaños? – sonrió tomando la cajita, al abrirla vio que era un anillo de calavera. — Tú sí que sabes que me gusta — le dio un corto abrazo –. Gracias Cat.

— Bien, fuera momento sentimental, volvamos al trabajo — los dos rieron. — ¿Cuándo será el día?

— Exactamente en 13 días habrá una gala a la que todos asistiremos, ya que no podremos hacer el plan inicial, quiero que le pagues a una de tus chicas de confianza para que sea una mesera.

— Tengo a mi chica, ha hecho varios trabajos bien.

— El segundo trago de su mujer, se lo servirán con esto — le entrego el veneno de color morado. — Arruinaré esa gala.

Ahora soy papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora