Capítulo 32 "El ex y el prometido bebiendo juntos..."

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Al menos Toni y Danny estaban seguros de que la relación de Gustabo y Jack estaba en un punto sin retorno y que todo había terminado para ellos. Incluso habían compartido la noche anterior una copa de vino hablando de lo que ocurriría a partir de ahora, lo que pasaría con las niñas sin sus dos padres juntos. Pero al encontrarlos en casa, juntos, como esa pareja enamorada que eran, se quedaron sin palabras. La pareja reconciliada estaba más que unida, compartiendo miraditas, sonrisas, caricias discretas, se robaban besos y no faltaba momento en el que se dijeran palabras cariñosas.

Aunque su trato ya estaba en función, Jack y Gustabo no dejarían que eso les robara lo que aún mantenían, su amor.

Ese día cada uno se fue a disfrutar de Venecia a su manera, los recién casados en un lugar romántico, Danny y Lea decidieron conocer el lugar, y la familia pasó todo el día juntos. Jane estaba feliz por verlos juntos y felices de nuevo, era algo que le gustaba ver.

Tenían una última noche en Venecia, por lo que todos salieron a cenar en un gran restaurante. Una de sus mejores cenas. Gustabo estaba en una conversación con los recién casados que era importante.

— Entonces ¿te quedaras? – dijo Toni.

— Sí, necesitamos ver el caso de Milán y la alcaldía de Raúl.

— Mañana que se vayan, podemos hablar sobre lo que se aproxima – dijo Toni – Disfrutemos la cena.

Gustabo terminó su copa de vino y se acercó a su pareja, tomando su mano izquierda, comenzando a juguetear con el anillo de compromiso que tenía, él lo miró con una sonrisa. Jack le dio un beso en la mejilla y continuaron en la cena.

Los planes que tenían para el día siguiente era regresar a Los Santos, pero Gustabo tenía que quedarse para terminar de afinar los planes que en cuanto regresara a casa pondría en marcha para acabar su guerra y poder respirar en paz.

Todos regresaron a la casa Gambino para despedirse de la familia y poder irse en el avión privado de la familia.

— ¿Y tus cosas Gus? – dijo Lea, al ver que Gustabo estaba con Brooke en sus hombros.

— Me voy a quedar un par de días, me regreso con ellos – dijo Gustabo.

— Vas a conseguir el bronceado que quería ¿verdad? – sonrió Danny despidiéndose de él.

— Ojala, es trabajo – le sonrió – Cuidate y llámame si hay alguna anomalía en el bar.

— Claro, pero yo puedo resolver esas cosas, también es mi bar – le sonrió.

— ¿Te quedas? – dijo Jack, sabe que el trato es no meterse en sus cosas, pero no podía evitar sentirse mal porque no sabía nada.

— Volveré en un par de días, revisá las cámaras de seguridad antes de entrar y sí hay algo fuera de lugar, llámame y regresó antes – dijo Gustabo dándole un beso en los labios. – Cuidate.

— También tú.

Gustabo sabía que estaba preocupado, pero el que no le preguntara porque se estaba quedando, aunque sabe que es difícil no meterse en sus cosas. Se despidió del resto y se fueron del área de aterrizaje. Subieron en la camioneta y fueron de vuelta a la casa de la familia Gambino.

— Bien ¿cuál es tu plan? – dijo Toni – Por algo tienes los venenos ¿los usarás?

— Quiero darle el golpe más fuerte, pero en cuanto lo haga, quiero que Salinas empiece su campaña con los de nuestro mundo, que lo conozcas y sepa que puede ser buen Alcalde.

— Tu idea es que yo empiece a crear mi alcaldía con mafiosos ¿no? – dijo Raúl y el rubio asintió con la cabeza. – Es buena idea, porque si yo empiezo desde ahora, John sospechara.

Ahora soy papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora