Ahora soy papá

Loky Nygard 1

Bienvenidos a Belfast... conozcamos a  Loky solo por unos capítulos, preparando la llegada de Gustabo y de la pequeña Brooke.  

Loky Nygard

8 Años Atrás

Belfast

Sábado por la noche, el ambiente estaba invadido por música electrónica y por un DJ que le gustaba hacer juego con las canciones nuevas y viejas, admite que no es de su agrado pero tiene que adaptarse a lo nuevo de la época. Su club está en el centro de la ciudad y el 80% de sus clientes son jóvenes, lo que significa más ganancia, no solo por sus estúpidas apuestas donde pierden todo su dinero, también en el consumo de alcohol y de drogas es dinero fácil para él. Claro que no es su único club, tiene dos más donde realmente puede divertirse él, son mucho más exclusivos que ese club y donde su dinero es mayor por sus chicas y sus negocios.

Pero, había comenzado un trato con un jóven de 26 años, nuevo en el lugar y muy pronto descubrió que sí quiere hacer negocios, no acude a la policía ni al que tiene mayor poder en la política, tiene que ir con el dueño del lugar, el rey que controla y que tiene a todos a su poder, el hombre más poderoso del lugar, el hombre al que por una gran razón apodan Dios.

En cuanto entró al lugar todos abrieron paso, incluso los más drogados reconocian quien era y abrían el paso para él, acompañado de tres hombres, camino con un elegante y fino traje de sastre color azul oscuro, mantenía una fina cadena de oro que salía del bolsillo de su saco, era el reloj de bolsillo de su abuelo, el hombre al que le debía todo su poder. Caminaba sosteniendose de un baston de color negro, con una calavera de plata con dos rubis que simulaban ser los ojos de la calavera, llegó a la mesa donde aquel jóven ya se encontraba bebiendo e inhalando cocaína con dos de sus supuestos hombres que parecían más amigos suyos que hombres de confianza.

Abrió los botones de su saco y tomó asiento frente a él, el jóven borró su estúpida sonrisa y trató de recomponer la compostura y aparentar ser un hombre de negocios serios. Lamentablemente el dueño del lugar ya tenía una muy mala primera impresión del jóven, si realmente quiere hacer negocios con él, tiene que esforzarse, aunque lo duda mucho, teniendo ya tres vasos de whisky y dos chupitos sin añadir las dos líneas que inhalo momentos previos en su sistema, duda que esa reunión sea una verdadera reunión de negocios.

— Señor Nigard es un gusto por fin conocerlo — el jóven trató de sonar amable, pero estaba nervioso. — Su club es una maravilla, me encanta el lugar.

Nigard no dijo ni una sola palabra, mantenía su vista fija en el chico de ojos café oscuro, quería ponerlo más nervioso de lo que ya estaba e incluso incomodarlo, y lo estaba logrando.

— Llegamos hace poco a Belfast y nos gustaría hacer negocios, soy de Escocia y he hecho un producto nuevo, es una píldora que te ayuda en el rendimiento, estar despierto más horas y atento a lo que necesitas, es fácil venderla a los universitarios.

Uno de los chicos que lo acompañaban sacó el producto en cuestión, una pequeña bolsita con tres píldoras moradas.

Nygard las tomó, seguía sin decir una palabra, como en toda reunión de negocios el jóven tiene que impresionar a su inversionista, necesita decirle todo sobre su producto para que pueda opinar y saber si le dará el visto bueno.

— El rendimiento es de 70 horas en total, después de eso tiene un efecto secundario que en lo personal creo es muy eficiente, pues te hace dormir 24 horas completas.

— ¿Qué otros efectos secundarios tiene? — habló uno de los hombres de Nygard. — ¿Qué pasa si ingieres más de una? ¿Sobredosis?

— No hemos tenido ningún caso de sobredosis, pero si consumes más de tres tu cuerpo al mantenerse muchas horas despierto tendrá muchos efectos por falta de sueño. Los efectos secundarios se presentan después del consumo de las tres píldoras, la cafeína ni algún energético te mantendrá mucho tiempo despierto, no saña ninguna parte de tu sistema, ni afectará tu sueño si dejas de consumir las píldoras. En cuanto tu sistema haya sacado el efecto de la píldora, todo volverá a la normalidad.