Capítulo 35 "Padres..."

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Toni llegaba a casa después de haber hecho algunos trámites en el hospital dejando que Jack estuviera en una de las mejores habitación y el mejor cuidado, cuando encontró a Gustabo dándole biberón a su hija, mientras él se preparaba un café negro. Lo raro no fue verlo de pie como si no tuviera costillas rotas, lo raro es que lucia uno de sus trajes negros y parecía de buen humor.

— ¿Estás bien? – dijo Toni al entrar por completo en la cocina.

— Hay café negro, en una época Pablito me enseño a prepara un café riquisimo según él solo lo tomaba en funerales, trate de recordar como se hacía pero no pude – suspiro – Brooke sigue con molestia, pero ya le di el medicamento, ¿estarás con ella todo el día?

— Claro, ella estará conmigo.

— Sigue al pie de la letra lo de su medicamento y que no se meta nada duro a la boca, lastimara sus encías y no quiero eso – terminó su café.

— Gustabo ¿qué pasa? Sé que hay un plan, pero no mencionaste nada de volver con John.

— El plan está en curso Toni, pero ahora necesito que tengas a mi hija contigo, eres el único que confió para darle la vida de mi hija y no perderla.

— Brooke está a salvo conmigo.

— Lo sé, quiero que pongas a tus hombres con Jane, Lea y Danny, espero no sea mucho pedir, pero necesito que estén a salvo de lo que sea.

— Me encargare de todo – se acercó a él y puso su mano en el hombro, de inmediato vio que Gustabo hizo una mueca de dolor. – ¿No has tomado el medicamento?

— No confío en mí y las drogas, puedo soportar el dolor – le sonrió.

— Hermano, no hagas esto solo, deja que te ayude.

— Me ayudaras manteniendo a mis chicas a salvo – suspiro. – Nos veremos más tarde – le dio un beso a su hija y la miró – Amor, tengo que ir a trabajar, pero estarás todo el día con el tío Toni, te amo cariño – susurro dándole otro beso en la cabeza.

— Ti amo papi.

Escuchar esas palabras salir de su hija, eran un recordatorio de que su vida era importante, no podía dejar a otra hija sin padre.

Gustabo tomó su auto y condujo hasta llegar a donde el Alcalde pasa todo el día sentado rodeado de poder, dinero, zorras y todo lo que quiera.

— Armani siempre ha sido tu toque – sonrió John. – Te ves bien.

Si Gustabo quería volver a esas andadas, su humor tenía que regresar, no podía ser el perro asustado del día anterior.

— Para ser golpeado me veo bien, eso si es un cumplido John – le sonrió.

— Ese es el Gustabo que quería – dijo en voz alta y con una gran sonrisa. – Amigo mío, tenemos mucho trabajo, muchos bastardos a los cuales cortarles el cuello ya sabes y ahora qué te volviste un serial.

— Vaya, sí que supiste que era yo, ni el Superintendente sabe que soy "El Artista"

— Bueno eso es porque te lo estás follando, matas sus neuronas sanas – los dos rieron. –¿El Artista? Stella en verdad no sabe qué nombres poner.

— ¿La conoces?

— Trato de mantenerme lejos de ella, es la golfa del periodismo y es mejor mantenerse al margen.

— Haces bien.

— Tú creabas arte, pero como el asesino serial que te volviste, joder, eres un Dios del arte – le sonrió. – Por eso, tengo tu primer objetivo.

Ahora soy papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora