Capítulo 22 "Una... ¿buena noche?"

349 48 8
                                    

La noche de gala llegó, Gustabo tenía un nuevo traje del color favorito de Natalia, recuerda la noche en que la vio con un vestido color vino, ella le dijo que solo faltaban estar combinados y ser la pareja perfecta. Amaba tanto a esa chica.

Puso su mano en el corazón, sintiendo sus latidos, sí, la sentía a ella también.

Tomo la camara y se acerco a su hija, tenía un vestido color blanco y negro, le quedaba un poco más abajo de la rodilla, tenía zapatitos negros, poco se había esmerado en su cabello, ya lo tenía largo y no sabía que hacer ahora. El vestido estaba valorado en 900 dólares, casi le da un infarto cuando lo supo, pero ahora quería aprovechar el vestido mucho tiempo antes que ya no le quedará.

Le sacó tantas fotos como pudo a su hija, era la primera vez que le sacaba más de 15 fotos. Guardo la cámara y tomó su manita, teniendo todo lo necesario salieron de casa y subieron al auto, abrocho el cinturón de seguridad de su silla y le sonrió, dándole un beso en la frente y dándole su chupón, puso en marcha el auto y se fueron directo al hospital donde se realizaria la inauguración del ala del hospital y después se irían al gran salon de eventos para hacer la gala caritativa para el hospital. Natalia solía decir que esas galas solo abren las chequeras de los ricos para que al llegar al hospital con dolor de cabeza le den prioridad sobre todos los que realmente están enfermos.

Cuando llegaron, pudo ver a varios doctores presentables en la entrada del hospital, dio un ligero suspiro mirando el lugar.

— Maldición Nat, no sabes cuanta falta me haces aquí – susurró antes de bajar del auto, aliso un poco su saco y acomodo el moño que estaba un poco de lado. – Bien amor, vamos – sacó a Brooke del auto, tomando en brazos comenzó a caminar hacia el hospital.

Comenzó a escuchar murmullos en cuanto pasó, obviamente hablarían de él y no necesariamente cosas buenas, todos en el hospital saben que Natalia le dio su corazón a él y eso no les gusto a muchos, entre ellos había un par de doctores que tenían interés en ella y con los cuales aún tiene una gran rivalidad, trata de evitarlos para no causar problemas y esa noche tendría que evitarlos como si fueran radiactivos, no quiere un alboroto y más con su hija presente.

Cuando llegó a la nueva ala, estaba cerrada por un gran listón rojo, el nombre de Natalia relucía arriba de las puertas, se le dibujó una sonrisa.

— Este lugar está dedicado a Natalia – dijo mirando a su hija que miraba todo a su alrededor – La chica que entregó su corazón para que yo te conociera Brooke.

— Si llegaste - sonrió Lara – Y trajiste a la hermosa bebé – la miró con una sonrisa, el rubio le sonrió – Supongo que irás a la gala después de esto.

— No me la perdería por nada – suspiro – Aunque mi presencia moleste a algunos, yo iré.

— Excelente y no molestas a nadie, solo es envidia.

Los doctores se acercaron a la nueva ala, mirando a la directora acercarse junto con otro hombre, había al menos tres fotógrafos que publicarían las fotos en el periodico de mañana.

— Natalia Campbell fue una excelente doctora, hizo lo mejor para sus pacientes y los puso en primer lugar siempre. Es por eso que hoy, gracias a la ayuda de muchos que la querían y amaban, se inaugura la nueva ala del hospital para donación de órganos.

Cortaron el listón rojo, todos aplaudieron, Gustabo sonrió mirando como el ala se abría, estaba feliz por eso y melancólico por desear que ella estuviera viendo eso.

Claudio se unió a él en cuanto todo acabó, los dos se fueron en su auto para el gran salón donde la fiesta comenzaría. Brooke ya estaba algo inquieta de estar en brazos de su padre, así que tomó su mano y comenzó a caminar hasta su mesa, puesto a propósito con los jefes del hospital a quienes él dio el dinero para que esa ala se abriera.

Ahora soy papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora