Capítulo 29 "Italia"

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— Adivina ¿quién volara en un avión privado y conocerá Italia por primera vez? – dijo Gustabo con voz chillona mientras estaba en la tina con su hija. – Así es, tú mi amor, iremos a Italia a la boda del tío Toni. Si te portas bien puede que veamos al tío Toni matar a alguien - susurro mientras sonreír divertido. – Mi dulce niña, eres mi tesoro más grande, te amo – dijo dándole un beso en la frente.

De pronto la puerta del baño se abrió, dejando ver a un Jack totalmente agitado, Gustabo frunció el ceño al verlo de ese modo.

— ¿Qué te pasa?

— No encuentro los pasaportes ¿donde están? ¿Todavía están en la tina? Salimos en una hora para el aeropuerto Gustabo.

— Oye mamá oso, calmate, los pasaportes ya los puse en mi maleta porque tú los perdiste dos veces en la casa – lo miró – Y ya vamos a salir, estábamos jugando con la espuma, pero ya salimos. ¿Jane está lista?

— Maldita sea Jane no ha regresado de con sus amigas, le voy a llamar.

Jack salió del baño y Brooke y él se miraron.

— ¿No soy así, verdad? – dijo mirándola y ella negó con la cabeza. – Bien, ¿sabes que es lo genial de esto? Pasarás tu segundo cumpleaños en Italia, qué envidia – sonrió mientras salía de la tina.

Gustabo acomodo a su hija en el lavamanos y le puso la pequeña bata de baño y una toalla enredada en el cabello. Miró sus largas pestañas y sus ojos, su hija levantaba sus manitas para acariciar su rostro, rozó su nariz con la de su hija y le dio un beso en la punta de está. Sus pequeños momentos íntimos después de un relajante baño de burbujas.

Fue hasta su habitación y la sentó sobre su cama, mientras iba a la habitación de Brooke para tomar su ropa y sus cremas, él se puso lo primero que encontró, no importaba como estuviera vestido, pasaría más de 14 horas en un avión. Secó su cabello y se acercó a su hija para comenzar a sacarla y ponerle cremas, talco, siempre tratándola como el pétalo de una rosa. Le puso una pijama de unicornio y le secó el cabello, busco la secadora y sentó a su hija frente a él para poder secar su cabello. El aire de la secadora le provocaba una contagiosa y tierna carcajada, a Gustabo le encantaba secarle el cabello solo para escucharla reír de esa forma.

Cuando estuvieron listos, dejó que Brooke tomará su peluche favorito, tomó dos pañaleras y bajó las escaleras, viendo a Jack regañar a Jane por su aliento a alcohol y porque en sus ojos se veía que había consumido drogas. Dejó que Jack se encargará y comenzó a subir las maletas a una de las camionetas que Toni les había enviado para ir a la pista de aterrizaje. Subió todas las maletas y les dejó comida de sobra a los gatitos, rogando que estuvieran ahí cuando volvieran.

— ¿Qué pasa? – dijo Gustabo llegando a donde Jack y Jane discutían.

— Tiene aliento a whisky y mira sus ojos, soy policía he visto la mirada de un marihuano más de una vez. Dile algo, tomaré mis últimas cosas y los espero en la camioneta.

Gustabo miró a Jane quien realmente estaba arrepentida, levantó su mentón e hizo que lo mirara.

— Dime, ¿al menos fue buena marihuana? – la miró.

— Solo la probé, era un porro.

— ¿Te gustó?

— No, pero me gustó fumar cigarros.

— Dos cosas. Primero, para probar marihuana ve con Danny o Segis ellos tienen buena marihuana y es mejor probarla con personas que conoces, si estuvieras más drogada, alguien se hubiera propasado contigo y una masacre por parte de Jack y mía hubiera ocurrido. Sí tienes mucha curiosidad por probar drogas, Segis es el indicado, él no te va a regañar y va a controlar lo que consumas para que no llegues a mi grado de drogadicto. Y segundo, no lo hagas de nuevo porque ahora sí dejaré que Jack imputa toda su autoridad y te castigue, tienes que decirme quienes son tus amigos, no les hare nada, pero quiero saber quienes son y por último, cuando quieras cagarla, no lo hagas cuando vamos a salir del país.

Ahora soy papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora