La verdad era casi irrelevante. Decirle la verdad a alguien sobre ti, desnudarte por completo, era tan difícil, pero al menos tenía la confianza de estar semidesnudo sin prejuicios o críticas. Tal vez no tenía la misma confianza que con Danny, Lea o Toni, pero Jack era el hombre que amaba y con el que de verdad quería establecerse, al menos debía sentirse cómodo con todo.
Sosteniendo a su hija en brazos cubierta por una frazada, miró aquella obra de arte que creó, por fin después de mucho tiempo, saldría a la luz.
— Esto es nuestro futuro bebé - dijo, acariciando la espalda de su pequeña hija.
Brooke tenía una de sus manitas sobre el cabello rubio de su padre, jugueteando con él, Gustabo se giró para verla, sus ojos brillaban bajo la luz de la luna, en la densa oscuridad los ojos de ambos brillaban con tanta intensidad que parecían animales salvajes en busca de su presa.
— Papá.
Sí, Brooke decía sus primeras palabras entendibles y audibles.
Gustabo abrió la boca, se le formó una gran sonrisa y sintió tantas cosas a flor de piel. Acarició la mejilla de su pequeña, mirándola con los ojos llenos de lágrimas.
— Has dicho papá - susurro.
Y casi como si quisiera que oyera, Brooke volvió a decirle fuerte y con una sonrisa.
— Papá.
Sus lágrimas descendieron por su rostro, le dio un beso en la frente y la atrajo a su pecho, abrigandola en con sus brazos. Su felicidad no cabía en su pecho, se sentía como la primera mañana que despertó con Brooke en su pecho, o aquella vez en que la vio nadar... sí, su única y gran felicidad era su hija.
La noche perfecta.
Volvió a casa poco antes de las 5 de la mañana, entró en la habitación donde duerme Jane, estaba profundamente dormida, después de muchos años ella por fin podía dormir en un lugar donde se sentía segura. Sin hacer mucho ruido, tomó la ropa de Brooke y salió para su habitación donde vio a su hija de pie sobre sus almohadas, la tomó en brazos para hacerle cosquillas y escuchar su risa tan melodiosa para él. La cambio de ropa, él se puso algo más cómodo y cuando quiso ponerla en la cuna de su cama, ella se fue a su lado. Ya no era la bebé que fácilmente podía dejar en su cama, que se movía muy poco, pero su bebé está creciendo, tomando partido en todas sus cosas.
Su pequeña ya está creciendo.
Al día siguiente despertó con voces fuera de su habitación, despertó mirando el reloj, eran casi las 10:00 de la mañana, miró a su lado y vio a su hija dormida boca abajo. Realmente estaban cansados, salieron poco después de media noche, asegurándose de que nadie los viera y regresaron hace poco más de 5 horas.
Salió de su habitación dando un gran bostezo y se encontró a Jack en su sala, no estaba solo estaba acompañado de un oficial que recuerda, se llamaba James Gordon. Jane estaba con ellos, bebiendo una taza de café.
— Buen día - dijo Jack - Estaba por ir a verte - le sonrió.
— Buen día - dijo mirándolos a los tres, Jane se acercó y le dio una taza de café - Gracias cielo - le sonrió y a juzgar por la mirada de Jack, querían hablar solo con él - Jane, porque no vas a revisar que la bebé esté bien, no quiero que se caiga de la cama.
— Sí claro - le sonrió y se fue.
En cuanto ella se fue, Gustabo cambió un poco su semblante, sabe lo que están por decir y aunque en su interior está más que emocionado necesita controlar sus emociones.
— ¿Qué ocurre? - los miró.
— Tratamos de mantener esto fuera de la prensa y de los curiosos - dijo Jack - Pero, encontramos a todas las víctimas desaparecidas en los últimos 6 meses, todas en una figura rara - se detuvo un segundo - Nos ayudaste en el caso de Jane, ahora ayúdanos en este caso.
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Ahora soy papá
Fanfiction"No seré buen padre, no puedo darle todo lo que necesita, soy un maldito asesino ¿Cómo podría darle algo bueno a un bebé?"