Una Esposa Para El Príncipe

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21| Salvar el mundo

-¿Está enfermo?

-No.- respondió Ricardo- solo esta asustado.

-Es por lo de anoche, ¿cierto?

-Puede ser. Está manifestando sus emociones, hay algo que le mentiene intranquilo.

-¿Crees que entraría alguien aquí anoche y lo asustó?

-Valeria, tratandose de esos seres, si hubiesen entrado se los hubiesen llevado o matado.

Asentí no muy conforme. ¿Por qué se tenían que pelear tanto? ¿Por qué querían generar tantas guerras? Todo por el orgullo herido de un rey y por la ansia de poder de un mago estúpido.

-Valeria, ¿estas bien?

Me giré nuevamente hacía Ricardo. No, no lo estaba.

-¿Te crees que puedo estar bien?¿Me ves cara de poder estar bien?

No contestó.

-Los últimos meses de mi vida han sido una gran jodida mierda, Ricardo. Me tiraron por una colina cuesta abajo, me despierto en un lugar que no es ni parecido al mío, en un siglo muy anterior. Y cuando digo muy es muy anterior. Encima, me comprometo con un tío al que apenas conozco.  ¡Y encima se declaran la guerra!

-Val...

No le da tiempo a decir nada más, porque justo cuando esta acercándose a mí, me rompo. Si, me rompo.

Comienzo a llorar como nunca en la vida, o al menos, que yo recordase.

Llorar del tipo como cuando ves el final de la serie The Shadow Hunters y sabes que la cancelaron, por lo tanto ya no sabrás más.

Mientras lloro frenéticamente, Ricardo me rodea con sus brazos y me deja llorar contra su pecho.

-Ehh, Valeria. No llores, es una mierda y no he entendido la mitad de las cosas de las que me has gritado en cara, literalmente, pero te ayudaré a volver a casa. ¿Vale? Incluso te dejaré llevarte lo que desees del jardín.

Negué con la cabeza.

-Nunca voy a poder volver a casa. Ni voy a experimentar el amor de verdad como en los libros. Ni se van a enamorar de mí.  Ni me van a mirar como en las películas.  Ni voy a tener madre. Ni voy a salvar el mundo como  Cecilia Gasdia. Ni....

-Puedes hacer lo que te venga en gana, pero no llores Val- me cortó Ricardo.

-¿Por qué no pueden simplemente llegar a un acuerdo y ya está? Son tan infantiles...

-Valeria, esta guerra tiene muchos años, más que nosotros, y no se va a acabar porque lleguen a un acuerdo. Y mucho menos ahora que Salomón está con ese mago asqueroso.

Asentí. Tal vez algunos asuntos no eran de soluciones, tal vez, dialogar y llegar a acuerdos no era lo mejor. Pero tampoco lo era la guerra.

¿Por qué? No lo sé.

-Ojalá pudiera salvar a todo el mundo.

-Ojalá pudiesemos Val, ojalá.

Dejé de llorar y me senté en el suelo de las caballerizas. Me sentía tan cansada... Cansada de todo.