Dos

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-¿Tu cumpleaños no es como dentro de un mes, Moguri?- preguntó Sana, sin quitar la vista del juego.

-— respondió Momo sin más.

Se habían juntado en casa de Jihyo para jugar con la Playstation y comer chatarra hasta que no pudieran más, y llevaban al menos dos horas haciendo eso.

Para ese punto Sana y Jihyo habían jugado al menos tres partidas y estaban muy emocionadas, a menos de un metro de la tele, moviendo el mando con furia mientras intentaban matar a la mayor cantidad de soldados del equipo contario y sin ser aniquiladas.

Por su parte, ni Tzuyu ni Momo estaban interesados en pelear por jugar (ya que ninguna de las chicas dejaba el mando sin pelear por continuar), así que se habían acomodado en el sillón, con Momo acostada sobre el mismo y con la cabeza descansando en las piernas de su novia.

-¿Diecisiete, verdad?- preguntó Jihyo.

-— respondió de nuevo la pelinegra, cerró los ojos cuando sintió los dedos de Tzuyu acariciar su cabello, haciéndola sonreír.

-¿Cómo te acuerdas que será el cumpleaños de Momo y olvidaste el mío?—preguntó Jihyo, ofendida, mirando a Sana con el ceño fruncido.

-Recuerdo el cumpleaños de Momoring porque sé que es como un mes después del tuyo— respondió.

-Un mes y catorce días-corrigió Tzuyu.

-Hasta Tzuyu recuerda mí cumpleaños y ni siquiera es mí novia-murmuró Jihyo, ofendida.

-Bah-masculló Sana-. Como si supieras mí cumpleaños...

-Veinticuatro de marzo- respondió automáticamente.

-Tú tienes mejor memoria que yo- se objetó la otra.-Y si tanto quieres a Momo porquerecuerda tu cumpleaños que sea ella tu novia.

-Tzuyu, ¿Quieres ser mí novia?

Tzuyu frunció el ceño, mirándola con una mueca, no podía imaginar salir con la chica, pero al ver qué la castaña se giraba hacia ella, haciendo un gesto con la cabeza hacia Sana y le guiñaba un ojo para que siguiera el juego, la rubia comprendió.

-Me encantaría, Hyo-ssi-dijo-. Pero no podría dejar a Momoring, ¿Te importa una relación de tres?

-Ni un poco-respondió la chica en la silla, con una sonrisa divertida.

—¿A ti, bebé?— Tzuyu miró a Momo, quién intentaba no reírse en voz alta por lo absurdo de la situación.

La pelinegra negó, sonriendo con gracia.

-Genial, desde hoy es el día del JiTzuMo - dijo Jihyo, un poco más alto de lo normal para que Sana las escuchara claramente.

La castaña estaba ofendida, apretó el mando con algo de enojo, volteándose para verlas con el ceño fruncido.

-Genial, que lindas amigas, dejándome afuera de los tríos, malditas

—¡Te mataron! - canturreó Jihyo, al ver la mitad de la pantalla de la televisión, que correspondía al mando de Sana, en color rojo con el cartel "Game Over", y no pudo evitar reír al escuchar a la chica insultar con palabrotas que jamás había escuchado en su vida por un estúpido juego.

♡Loud²~MotzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora