"LOUD"
→ Segunda parte de 'Mute'.
Es sumamente necesario leer la primera parte para entender esta segunda.
"Si ese era el mundo, era muy ruidoso."
Esto tiene angst (más que otra cosa)
•Contiene lemon/?/sexo explícito, pero hay advertencias para quie...
[Este capítulo tiene contenido smut, si te incomoda evita dejar comentarios y pasa directo al capítulo 41, ahí acaba. Gracias]
Las manos de Tzuyu se deslizaron debajo de la remera de Momo, la castaña tembló un poco por el frío tacto de esas sobre su piel, pero no la apartó.
Con el torso de la chica al descubierto, Tzuyu comenzó a besar, primero con cariño, luego dejando marcas rojizas, hasta llegar a los sensibles pezones de Momo, que lamió y succionó, sosteniendo a la chica por la cintura, sintiéndola temblar, mientras los suspiros se convertían en jadeos de placer.
Momo tomó la remera de Tzuyu, apretándola con sus manitos, la pelirroja se separó de ella para quitarsela junto con su sostén, quedando ambas iguales, atrajo a la menor hacia ella, presionando sus cuerpos, mientras la besaba de nuevo, enganchaba sus pulgares debajo de los pantalones y la ropa interior de la castaña, deteniéndose un momento, como si pidiera permiso.
Notó a Momo detener el movimiento de sus labios un segundo, dejando que Tzuyu terminara de desnudarla completamente.
Girando a ambas, dejó a Momo acostada sobre las sábanas, conforme su boca bajaba por el torso de la castaña, lamiendo y besando su piel, con sus manos acariciando sus muslos.
Tzuyu se apartó un momento para quitar la ropa de su parte inferior, no sin antes tomar el tarro de vaselina del regalo de Sana, que había puesto en su bolsillo antes de subir, dejándolo sobre la mesa de luz.
Regresó a la cama, para colocarse sobre Momo, gateó un poco para llegar hacia su rostro, sonreír, y luego volver a besarla con intensidad, recorriendo la boca de la otra con la lengua.
Bajó sus caderas para friccionar su feminidad contra la de la menor, sacando un jadeo de ambas, humedeciéndolas aún más, fue a besar de nuevo el cuello de Momo escuchando los sonidos que salían de sus esponjosos labios con cada roce, fue aumentando la velocidad.
-Tzu- llamó Momo, agitada, si la chica seguía así acabaría antes de que pudieran avanzar más—, Den-tro- masculló, con algo de dificultad por las sensaciones que recorrían su cuerpo.
—¿Ya quieres que entre, linda?— preguntó la pelirroja, sólo para ver a la castaña asentir, con necesidad. Lo que mi bebé desee.
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Pidoperdón pero la escuela me mantiene ocupada ya casi les actualizó más seguido
