♡Loud²~Motzu

Treinta

Salir con Momo, para Tzuyu, era vivir en una abstinencia constante.

Claro que quería a su tierna novia para más que sexo, nunca en su vida había amado tanto a alguien, al punto que imaginaba un día sin ella como doloroso.

Pero no dejaba de ser un adolescente más, y la idea de tener relaciones sexuales con Momo parecía concretarse sólo en sus sueños húmedos.

Quería esperarla hasta el momento en que su chica dijera que estaba lista, y lo haría, pero hasta entonces, no quería arriesgarse a rozar de más, a imaginar demasiadas cosas o mirar mucho el cuerpo de la pelinegra.

Porque no podía negar que tanto como tenía su lado tierno, Momo era muy sexy.

Había sufrido bastante luego de aquel "Baño de novias", tal como había dicho Momo; los sueños de todo lo que podía haber sido ese baño y que no se cumplieron en la realidad la atormentaron varias noches después.

En ese momento se había encargado de no pensar en la desnudez, en ignorar el lindo cuerpo de Momo; así que había mirado directamente su rostro durante todo aquel rato, sin ver más allá.

Habían pasado meses desde que eran novias formalmente, y casi un año desde su primer beso, y lo más íntimo que habían logrado había sido tocarse, estar desnudas juntas y un intento fallido de compartir una primera vez.

Tzuyu no podía especificar cuánto tiempo era necesario para que una pareja tuviera relaciones, dependía de cada uno, de ambos, de cómo ocurrieran las cosas y otro montón de de variables... Pero creía que luego de tantos meses, era momento de dar ese paso.

Momo no estaba lista y la respetaba, pero sus ganas aumentaban con cada día, cada roce accidental o cada sueño húmedo que habían tenido más presencia en las últimas semanas.

Sabía que era algo que debía hablarlo, sentía que tenía que aclararle esas cosas a que sentía y que pensaba a Momo.

Así que sentada en el auto, esperó incómoda y con algo de nervios a que su chica saliera de la casa para sentarse junto a ella.