Seis

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-Algún día tendrás que decirles, Moguri— dijo Tzuyu, de brazos cruzados

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-Algún día tendrás que decirles, Moguri— dijo Tzuyu, de brazos cruzados.

Hacía como una hora que Momo había convencido a Sana de que el tema de los medicamentos no tenía importancia.

Ahora, ambas estaban en casa, y Momo estaba en su tercer intento de pasar la pastilla, con las mejillas infladas y el ceño fruncido por las palabras de su novia.

Tragó con fuerza lo que tenía en la boca y bebió unos cuantos sorbos más para quitarse el sabor de la pastilla de la boca, al terminar, dejó la botella de agua sobre la mesa, con la vista baja.

-Momo, ¿Recuerdas cuando yo me enteré de eso?- dijo Tzuyu, con suavidad.

Momo asintió, por alguna razón se sentía como avergonzada, o culpable, quizás por haber visto tan mal a Tzuyu por ese tema.

-Hay cosas que deben decirse, ¿Recuerdas?... Por más tristes que sean.

Momo no respondió, frunció el ceño, algo molesta.

A ella no le gustaba hablar de eso, y creía que Tzuyu debía respetarlo.

En su pequeño enojo, no notó que Tzuyu se había acercado a ella, pasando un brazo sobre sus hombros en gesto protector, la rubia dejó un pequeño beso en su mejilla para que le prestara atención, Momo alzó la vista hacia ella, fijándose en los ojos gatunos que la miraban con algo de tristeza.

-Sólo digo, Momoring, no te pongas así—dijo, en tono suave—. Pero cuando yo me enteré... No fue el mejor momento, no sé sintió bien y en serio tuve mucho miedo de perderte... No digo que si me lo hubieras dicho antes no me habría sentido así, pero... Quizás me habría ahorrado algo de desesperación- hizo una mueca, insatisfecha con las palabras.

No podía decir correctamente las cosas, esperaba que Momo la hubiera entendido; porque simplemente no podía decirle "Quizás hubiera estado un poco más preparada", porque sonaría horrible, pero era lo más cercano a lo que sentía.

-Si lo que pasa es que no te gusta hablar de eso, dilo también- continuó-. Pero lo que tienes es importante― la vista de Tzuyu subió de los ojos de Moml hacia su cabeza, acariciando su cabello con cariño, creo que como tus mejores amigas, merecen saberlo.

Momo se sentía repentinamente mal, por más que una parte de ella quería seguir sin decir nada, sabía que no podría guardarlo para siempre, y Tzuyu tenía razón.

Prefería decírselo a las dos chicas sentadas cómodamente en alguna de sus juntadas antes que tener que enterarse en una sala de hospital o con su llorona madre (por más que no quería que algo así pasara de nuevo, no podía olvidar la posibilidad).

Momo prefería ver todas las opciones negativas, para estar preparada para cualquier cosa que pudiera ocurrir, para no sentirse tan mal después.

Tzuyu limpió una lágrima que había escapado, que Momo no había sentido, eso la había hecho despertar un poco, irguiéndose de golpe, negando, borrando la idea de llorar.

Pelicorto se apartó un poco de ella con ese gesto, pero volvió a acercarse cuando Momo la miró, luego de haberse frotado el rostro con las mangas de su buzo.

-¿Estás bien, bebé?

Momo asintió y forzó una pequeña sonrisa que Tzuyu apenas creyó.

♡Loud²~MotzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora