Sesenta y Cuatro

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Miraba el suelo, esperando como tantas otras veces a que Tzuyu o su madre aparecieran.

Una horrible sensación de que algo malo se aproximaba no la dejaba ni siquiera tener miedo de estar sola en el horrible hospital.

-Hola, linda- escuchó, en tono seductor.

Alzó la vista para ver a Tzuyu, quien sonreía en su dirección, le sonrió de regreso.

La pálida estiró la mano hacia ella, Momo no tardó en tomarla, Tzuyu se acercó a ella para dejar un suave beso en su frente y luego otro igual en sus labios.

-El doctor quería preguntarte algo importante- dijo, su tono intentaba sonar ligero, pero Momo notó la tensión de su voz.

Sus ojos la miraron con algo de miedo, Tzuyu simplemente la ignoró, no era ella quien debía explicarle, se apegó un poco más a ella, para demostrar su apoyo y que estaría allí para ella.

Tzuyu lo guió en silencio (Momo tampoco quiso decir nada) hacia una sala donde su madre y su doctor estaban esperándolo.

-Hola, Moguri- saludó el hombre, se acercó a ella para darle un cálido apretón de mano y una sonrisa que ocultaba algo más.-¿Sabes que eres la chica más fuerte que ha pisado este hospital?—dijo, la castaña ladeó la cabeza, no entendía-. Ahora te tengo dos opciones, ambas dignas para alguien tan fuerte como tú, Momo.

La castaña no entendía nada de la situación, se giró para ver a su madre, quien tenía los ojos llorosos, sintió a Tzuyu rodear su cintura, la pelirrojo escondió su rostro en el hombro de Momo, sin que ella pudiera ver su expresión.

Sintió miedo.

-E-Escu-cho-murmuró, mirando al doctor.

-Bien- dijo el hombre-. Te explicaré un poco antes- añadió.-Las cosas se... Complicaron un poco, Tzuyu— la vista del doctor fue hacia su cabello, acarició en gesto paternal la castaña cabellera-. El tumor empieza a ser malo, Momo, está en el borde de lo bueno y lo malo, peligrosamente cerca de lo malo, aún no lo es del todo.

Momo abrió sus ojos ampliamente.

-Te tengo dos opciones—dijo - La primera: continuar con los medicamentos, haciendo lo mismo que estabas haciendo antes, lo que vienes haciendo hasta ahora.

>> O la segunda, dejar los medicamentos un tiempo, quizás unos días. Y quitar el tumor con cirugía.

Momo frunció el ceño.

—¿C-Cirugía?— repitió, no le gustaba la idea de someterse a un montón de médicos para que le abran la cabeza, quiso negar, pero se contuvo.

Su mirada fue al suelo.

Estaba cansada de los medicamentos, y además, le había perdido bastante la esperanza a esas estúpidas pastillas.

Era un proceso muy largo y que hasta ahora no había dado efectos.

Le parecía más rápido una cirugía y adiós problema.

No más desmayos, ni hemorragias, ni dolores de cabeza, ni hacer sufrir a sus seres queridos.

Lentamente, asintió.

-¿Qué?— preguntó el doctor—¿Eliges la segunda?

Momo asintió con más ganas, sus ojitos se alzaron a los del hombre frente a ella.

El doctor le sonrió con honestidad, palmeó su hombro libre ligeramente.

-Eres muy valiente, Momo—dijo—. Tranquila, que los neurocirujanos de este hospital están entre los mejores del país, todo saldrá perfecto.

Momo le dedicó una sonrisa forzada.

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♡Loud²~MotzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora