Noventa y siete

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Tzuyu lloraba porque no entendía.

¿Cómo alguien podía no amar a Momo?

¿Cómo podría haber gente que seguía tratándola mal?

En esa escuela estaba a salvo, o así debería, pero tenía que aparecer aquella mujer que seguía tratándola de hija cuando ella no era una madre para ella.

Y en parte, sentía que era su culpa, después de todo, esa era su madre.

De ser otra persona, con otra familia, si Momo no fuera su novia, esto no le hubiera pasado.

El problema había empezado con ella.

La señora Hirai posó una mano en el hombro de la mayor, nunca la había visto así, estaba más que sorprendida y le dolía también.

-¿Quieres que las dejemos un rato solas, Chewy?- ofreció, aunque la chica no pudo responder entre su llanto, Momo asintió por ambas.

Las demás abandonaron la oficina de la directora, y se escuchó algo de hacer una denuncia antes de que las puertas se cerraran.

-Bebé...- Tzuyu se escuchaba rota, Momo se preocupó en demasía por ella, sus brazos apretaron alrededor del delgado cuerpo de su novia-. E-En serio lo siento... En serio no creas lo que dice, bebé, por favor.

Momo negó.

-No lo ha-go.

-Te amo, en serio... Y es de lo que estoy más segura en toda mi vida, y-yo no te dejaría, bebé...

-L-Lo sé, Chewy- murmuró Momo, en un intento para que dejará de hablar, sólo lo hacía peor.

-Esa mujer está loca en serio, Mo-momo- dijo, el llanto cortaba sus palabras-. Te lastimó, te podría haber ma-tado si quería...- Tzuyu era interrumpida por hipidos.

Momo negó, eso era algo que ella no permitiría.

Nada podría separarla de ese mundo y de Tzuyu.

-Fue muy peligroso, amor... E-Es un peligro estar cerca de ella y temo que se metió contigo por mi culpa.

Momo negó, tenía un mal presentimiento de eso.

-Momo, t-te amo, y quiero alejarme para que esa tipa no te haga daño de nuevo...

-No-Momo sonó contundente, y los ojos de Tzuyu la miraron sin poder decir nada―. No quiero- añadió-. Eres li-bre... Soy li-bre, ella no es na-die... S-Somos nos-otras las que deciden... No me de-jes- rogó, su voz se quebró y sus ojos se nublaron.

-Momo... También quiero ir a golpearla, porque no te mereces... No te voy a dejar, bebé, no podría...

-Eres una idio-ta- la golpeó en el pecho antes de borrarse sus lágrimas.

-Hasta te sale insultar bien, amor, estoy orgullosa- dijo, dejó un corto beso que Momo no respondió, antes de comenzar a dejar aún más y más largos que la menor comenzó a seguir con cariño.

♡Loud²~MotzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora