Ochenta y Dos

99 23 1
                                    

-Moguri, no es necesario que lleves esa gorra.

La castaña negó, haciendo un puchero en sus labios, mientras seguía acomodando un estúpido gorro de lana sobre su caneza para intentar esconder las vendas.

Ese día volvería a la escuela y la castaña tenía miedo que de se burlaran de su vendaje, o quizás no quería que le preguntaran a cada rato, o llamar la atención.

Todas eran suposiciones de Tzuyu, pero lo que tenía asegurado era que sería más raro verla con un gorro de lana en su cabeza cuando hacía bastante calor afuera.

-¿Por qué no llevas tú bandana?

No sé a dón-de está.

-Creo que debo tener una por aquí — murmuró Tzuyu, recordando haber comprado una bandana negra tiempo atrás.

Apartó un poco a Momo, quién se miraba en el espejo sobre el guardarropa que compartían, para poder buscar en los cajones que ella tenía asignados, rebuscó entre sus calcetines y ropa interior hasta encontrar la susodicha bandana negra, algo arrugada, se la entregó a su novia, quién la miró con una pequeña y bonita sonrisa, dejando de lado el gorro.

Tzuyu tuvo que acomodarla y atarla mientras Momo se veía en el espejo con una sonrisa satisfactoria en el rostro, que se amplió cuando la pelirroja terminó de acomodar sus mechones castaños que cubrían parte de la bandana pero que descansaban a los lados de su frente.

-Jungkook dijo que vendría a buscarnos- - dijo la mayor-. Sólo por si las dudas, ¿Todavía te quedan faltas?

Momo asintió, insegura.

-¿Por qué?

-La última vez que dijo que vendría por mí tardó cuarenta minutos—dijo. Y seguro también vendrá con Mina.

-Y el bebé.

Momo aplaudió con emoción.

-El bebé todavía está dentro de ella, sí, también estará.

Momo la golpeó, frunciendo el ceño, le molestaba que su novia la tratara como una niña pequeña.

Tzuyu soltó una risa, los golpes de Momo siempre eran suaves, por más que la castaña tuviera fuerza (incluso más que ella) nunca la usaba, así que no podía evitar encontrarlos adorables.

-Está bien, está bien― Tzuyu alzó las manos al ver que Momo la seguiría golpeando-Estás muy violenta, linda –comentó, se acercó a ella, tomando su rostro con cariño, sus miradas se conectaron -¿Pasa algo? ¿Estás muy nerviosa?

Momo pensó un segundo en si contestar o no, fue lo suficiente para que un ligero mohín apareciera en sus labios, Tzuyu lo besó rápidamente y el gesto desapareció por una pequeña sonrisa.

-No quiero que me mi-ren mucho— murmuró la castaña.- Las ven-das llaman mucho la a-tención.

-Momo, que te miren un segundo por tener un vendaje no es nada, eso nunca le hizo daño a nadie y muchas veces es inconsciente porque es más especial que lo demás― Tzuyu se encogió de hombros. No pienses en eso y no tendrá importancia— vió a Momo asentir un poco-. Si te incomoda mírame a mí, si te dicen algo pueden decírmelo... Y los golpearé si es necesario.

La última frase hizo reír a Momo.

Tzuyu besó su frente, su nariz y por último sus labios, antes de hacer un pequeño asentimiento, como si le preguntara si estaba lista, seguido, tomó su mochila y la de Momo, saliendo de la habitación para esperar a su hermano en la entrada de la casa.

♡Loud²~MotzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora