Noventa

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-Moguri, ya lo practicaste tres veces, te vas a cansar antes de la presentación- dijo la pelirroja, bajando la tapa que protege las teclas del teclado.

Momo respiraba algo agitada, sus nervios sólo habían aumentado con esas prácticas, y el reloj en la pared tampoco ayudaba.

-Cariño- Tzuyu colocó una mano sobre su cintura, rodeándolo por detrás, Momo dió un pequeño salto por el toque, se encontró con los atentos ojos de su novia - ¿Quieres comer algún dulce? ¿Para tranquilizarte?

Momo negó, su estómago se había cerrado por los nervios, buscó la mano de Tzuyu para tomarla, presionándola entre las suyas, sintiendo que su bebé lo necesitaba, la mayor la abrazó, la castaña escondió el rostro en su cuello.

-¿Por qué tan nervioso, bebé?- murmuró Tzuyu, aunque la menor sólo se encogió de hombros. -Sana me mandó un mensaje, ya está aquí, ¿Quieres ir con ellas?- Momo asintió, separándose del abrazo y caminando de la mano comenzaron a buscar a sus amigas.

No fue difícil encontrarlas, siempre habían usado el método de buscar a Jihyo primero, era reconocible desde lejos, y a su lado iba a estar Sana.

Cuando se encontraron, no faltaron los comentarios de que no habían dicho a dónde estaban y de que no contestaban los mensajes, que podían ponerle pausa al sexo por su amistad, lo esperaban en parte.

Pero lo que Tzuyu no se esperaba fue la pregunta de Sana, cuando iban camino hacia en lugar donde sería la presentación, que usaban como gimnasio y que tenía un escenario.

-¿Le dijiste a tu madre la presentación?

La pelirroja frunció el ceño.

-La señora Hirai no, tu madre, biológica- aclaró el pelirrosa.

Tzuyu negó.

-No, para nada- dijo-. Tuve que bloquearla de todos lados porque no dejaba de mandar mensajes y llamarme, no tengo contacto con ella desde hace meses.

-Está aquí.

-¿Qué?- miró a Sana sin querer creerlo, la chica asintió-. Mierda, ¿Qué hace aquí?- comenzó a ver alrededor para intentar encontrar una cabellera rubia, pero ninguna de las que veía parecía ser su madre.

-Esa mujer está loca, Tzuyu- dijo Sana-. Perdón por decirle así, pero-

-Está bien, tienes razón, Sana, no me ofende- Sana suspiró y se encogió de hombros.

-Y... ¿Si cam-bió?- preguntó Momo, quién hasta entonces había escuchado en silencio mientras caminaba de la mano con Tzuyu.

-¿Crees que la gente así pueda cambiar?- preguntó Sana.

Momo asintió.

-Quizás se dió cuenta que no tienen remedio y viene a hacer las pases- dijo Jihyo, se encogió de hombros.

"Eso quisiera creer" pensó Tzuyu.

-¡¿Qué hacen ustedes ahí?!

La voz histérica de Jeongyeon hizo a las cuatro voltear con miedo, la castaña se acercó a ellas a paso apresurado.

-Las tortolas, tienen un dúo, deben estar atrás del escenario, empezamos en diez minutos.

Los ojos de Momo se abrieron de más al escuchar el poco tiempo que le quedaba, apretó con más fuerza la mano de Tzuyu, quién devolvió el apretón para demostrar su apoyo.

Apenas murmuró unos "Sí, sí" mientras caminaban apuradas hacia una puerta que daba hacia bambalinas, sin querer escuchar a la estresada y nerviosa directora.





Esta hermosa historia está por acabar

♡Loud²~MotzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora