Entre líneas

VII

  Cuenta la historia que los dioses griegos se aburrían así que inventaron a los humanos, pero seguían aburriéndose así que inventaron el amor y vieron que ya no se aburrían, así que decidieron probar el amor a ellos mismos y, finalmente inventaron la risa para poder soportarlo.

XXX

  Suena la alarma a las 08:30 AM así que me levanto para comenzar mi día. Ordeno mi cama, abro las cortinas y me aseo. Luego, voy hacia la cocina para preparar mi café y  preparo unos ricos omelette para desayunar. Nath come desesperadamente para ir a la universidad. Coloco los platos sucios en el lavavajillas para lavarlos y cuando termino de ordenar,   llega una llamada.

  —Buenos días Lucía.

  —Buenos días Amelia,  ¿estás bien?.

  —¿Por qué preguntas?.

  —No lo sé, creo que es porque a cada uno de tus empleados les diste un cheque con el doble del sueldo.

  —Ustedes se lo merecen, trabajan de manera impecable y exelente, así que era lo menos que podía hacer por ustedes.

  —De verdad quería devolverte el cheque pero... Tu sabes.

  —Lo entiendo, así que menos excusas y dime si no hay pedidos.

  —Tenemos algunos, pero son sencillos, hay una mujer que tiene un pedido que quiere que solo Amelia Otero lo confeccione.

  —Muy bien, pásame su número para comunicarme con ella.

  —Enseguida, jefa.

  Luego de colgar, me envía el número de la cliente, y al ponernos en contacto quedamos en encontrarnos en una cafetería, ya que tenía una idea fija sobre lo que quería y quería que saliera perfecto.

  Llegan las 10:00 AM y salgo de casa para dirigirme a mi boutique:  Amelia's California. Al llegar, me ponen al tanto de todo.  Reviso las nuevas prendas, a mis empleados les doy nuevos bocetos de ropa y como deben hacer cada paso para que quede único, reviso las ganancias al igual que los gastos y al terminar, hago un diagrama de barras, me doy cuenta que las ganancias de la boutique Amelia's California subieron un 15% por los nuevos conjuntos de verano.

  Vuelvo a casa a las 01:25 PM. Nath ya estaba en casa, preparo el almuerzo, luego de almorzar, tomo una siesta de una hora con quince minutos, que serían las 02:40 PM.

  Me dirijo hacia el jardín trasero y en un cuaderno empiezo a formular varias ideas para el libro que iba a empezar a escribir... Lo cual es mentira, ya que mi mente quedó en blanco con solo tomar el lápiz.

  Empiezo a maldecir la noche en que bebí y tuve el accidente, en eso se viene una idea a mente.

  ¿Y si escribo una especie de relato de mi vida personal?

  Emocionada con la idea, empiezo a escribir los sucesos que han pasado en mi vida (o los que recordaba) y así, pude escribir lo que quería colocar en el libro.

  Era poco lo que había escrito, y sé que será difícil escribirlo por las escasas memorias que tengo de mí, pero estaba orgullosa de dar mi primer paso.

  Luego, voy hacia el cuarto de moda, y con la ayuda de mi cuaderno de bocetos,  tomo una tela y la extiendo sobre el escritorio, mido, corto, uno las piezas cortadas con alfileres (por si me equivoco no estaré dañando la tela). Se hacen las 03:30 PM y dejo mi proyecto por un lado y me ejército media hora.

  A las 04:00 PM me ducho con agua fría y me relajo unos minutos con una taza de café con canela.

  Ya a las 04:25 PM me visto un poco casual para ir a la biblioteca y ver a mi amor platónico... ¡Digo! A leer un poco.