Una semana después.
Narra Alessandro.
—Buenos días, oficial. ¿Encontró algo? —pregunto por teléfono.
—No hemos encontrado nada, pero descuide, la encontraremos —responde.
—Gracias —digo y cuelgo.
Cubro mi rostro con ambas manos y suspiro pesadamente esperando alguna respuesta, algún indicio o una señal que me diga dónde está Amelia.
Ya pasó más de una semana de su desaparición, la gente empieza a comentar que está muerta al igual que algunos oficiales. Diego tuvo que irse a su hogar y el oficial Steven no encuentra nada.
Estiro mi brazo a la cómoda de noche y tomo la carta que me iba a regalar Amelia, para leerla nuevamente:
“Querido Alessandro.
Por causas de la casualidad o por el destino, tuve que comenzar nuevamente mi vida. Aunque yo no creía en mí, y pensaba que no lograría seguir, tú estuviste a mi lado hasta que pude hacer lo que tanto me gusta.
Sé que en el pasado te causé desgracias, pero aún así estuviste allí apoyándome y soportando mis berrinches sin importar qué.
Te pido mis más sinceras disculpas si últimamente he hecho más berrinches o he sido más terca que nunca; nunca pensé tener un hijo y la idea me aterra. Pero ahora me doy cuenta que estoy contigo, y nada más fuera de eso me importa.
Tengo la dicha de anunciarte que serás padre de un frijol parásito muy lindo y que, a partir del momento en que lleguemos a casa, yo me dedicaré más a nosotros.
No supe apreciar tu persona en el pasado, pero ahora todo cambió, y estoy decidida de terminar de escribir mi historia a tú lado.
Te amo, Les.
De: Lia.
Yo soy quién te pido perdón, mi amor. Sabía que ese lunático estaba detrás de tí y sólo lo oculté por demostrar que era más fuerte que él, pero me equivoqué, sólo soy fuerte a tu lado. Sin tí, no soy nada.
—Te vas a morir si sigues así —comenta Nath, y toma asiento a mí lado—. ¿No crees que ya murió?
—¿Qué? —pregunto totalmente en shock por su comentario.
Nathalie cubre su rostro con sus manos y comienza a llorar desconsoladamente.
—No hay indicio de ella, nadie dice nada —solloza y aparta sus lágrimas—. Quiero creer que sigue viva y que Steven la encontrará, pero ya no sé si seguir con esto.
—No digas eso, la vamos a encontrar —respondo.
—Amelia se asustó mucho con lo del bebé y luego me envió un mensaje contenta —continua—, creí que ya había aceptado a su hijo e iba volver feliz.
» Ya pasó mucho tiempo, Alessandro. ¿Tu crees de verdad que volverá?
No pude responder, no estoy seguro ahora sí ella volverá. Tenía esperanza, y odio admitirlo, pero ahora dudo en seguir esperándola.
![](https://img.wattpad.com/cover/297399638-288-k6017.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Entre líneas
RomanceUn día era una famosísima escritora y modista, muy perseguida y admirada por todos a pesar de su arrogancia y orgullo. Luego, el destino le cobra factura arrebatándole sus memorias y despierta de un accidente sin siquiera saber su propio nombre. P...