“Los libros dicen: ella hizo esto porque. La vida dice: ella hizo esto. En los libros las cosas quedan explicadas; en la vida, no. No me extraña que la gente prefiera los libros.”Julian Barnes
Narra Amelia.
Mi plan salió a la perfección, logré realizar a tiempo todo lo posible para hacer que Alessandro viniera a Inglaterra conmigo y todo salió bien. Pensé que le daría un infarto cuando le conté a lo que tuve que recurrir para tener todo listo, me alegro mucho que al final haya aceptado.
Luego de pasar por el proceso de inspección de maletas y demás, subimos al avión y éste despegó sin problema alguno.
—¿Por qué hay tan pocos pasajeros? —pregunta Alessandro notando las pocas personas que hay.
—No todos tienen el privilegio de viajar en primera clase —respondo terminando de acomodarme.
—¡¿Primera clase?! —exclama—. Ya decía que estaba muy bonito.
—Si, viajar así es más cómodo, silencioso, rápido y no debes temer que te roben.
—¿Te han robado en un avión?
—Recuerdo que en mis primeros viajes me descuidé y me robaron mi cartera, aunque las autoridades revisaron el avión, no se encontró nada.
Noto que Alessandro visualiza detenidamente el avión, parece asombrarle. No lo culpo, viajar en primera clase está en otro nivel.
—¿Cuánto te costó? —pregunta.
—Si te digo, me harás devolver los boletos.
—Amelia...
—¡Silencio! —le mando—. Estamos los dos juntos en un avión de primera, con todos los lujos que pidas disponibles, disfrútalo conmigo, por eso te traje.
*Suspira* —Bien, lo haré, pero no lo haré por mí.
—No espero que lo hagas —digo sonriéndole.
Le pido a una azafata una botella de martini seco, dos copas y algunos bocadillos para pasar el rato.
—No se embriague —le advierto a Alessandro—. No podré cargarlo cuando lleguemos.
*Ríe* —¿Me lo está diciendo a mí? Creo que es usted la que debería tener cuidado.
—Me siento ofendida —digo un poco burlona—, soy incapaz de embriagarme.
—Si, como no.
Ambos nos reímos y nos sirvo un poco de martini para los dos.
Empiezo a contarle lo que estaba pensando hacer al llegar a Inglaterra, tengo tantas cosas que hacer y tan poco tiempo para ejecutarlo, pero planee todo días antes, solo debo limitarme a ejecutar mi plan.
Alessandro me preguntó que si no sería un peso tenerlo conmigo por mi trabajo, lo cuál negué rotundamente y lo convencí de que no sería tan dura mi estancia aquí.
Este viaje será largo, así que debo descansar lo suficiente para llegar totalmente activa y empezar a trabajar.
*******
Han pasado varias horas, el cielo se ha oscurecido y casi todos los pasajeros están dormidos, incluyendo a Alessandro quien se quedó dormido hace un buen rato. Me parece que solo yo estoy despierta, lo único que se escucha son algunos ronquidos de parte de los pasajeros y el sonido que producen las teclas de mi laptop al presionarlas.

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Entre líneas
RomanceUn día era una famosísima escritora y modista, muy perseguida y admirada por todos a pesar de su arrogancia y orgullo. Luego, el destino le cobra factura arrebatándole sus memorias y despierta de un accidente sin siquiera saber su propio nombre. P...