𝐁𝐁 || ❝ Voy a romper tu corazón de chicle.❞
:🖇️»•シ︎ ━━━ Donde Horikoshi Kazutora es la
única mujer en un grupo de siete
hombres. Conviviendo día a día con ellos
y dejando una huella alrededo...
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2014.
Seokjin escucho como alguien corría por el Departamento que compartían los ocho, salió de la pequeña cocina y pudo ver a la Maknae que iba de haya para aca. Esta buscaba algo mientras andaba en su uniforme escolar. Y digamos que este no estaba de las mejores condiciones, su falda casi le caía al suelo, su camiseta blanca le quedaba toda holgada, y su corbata le quedaba colgando. Su cabello estaba amarrado en un moño y sus calcetas estaba una arriba y otra abajo.
── Ammm, buenos días Kazutora ── llamó su atención el mayor.
── ¿Ehhh? ── rápidamente se giro asustada ──. O-Oh, bu-buenos días Seokjin-sama.
Hizo una reverencia para luego seguir buscando lo que fuera que buscara.
── Por favor, dime Jin ── pidió dándole una sonrisa ──. El "Seokjin-sama" me hace sentir viejo.
Horikoshi se sonrojo. Y agachó levemente la mirada.
── N-No fue m-mi intención ── murmuro con timidez.
Aquella confianza que Kazutora que tenía cuando era trainee parece que se había desvanecido desde que debutaron, ahora era más timida, siempre que alguno se le acercarba hacia una mueca con los labios que causaba que se vieran sus nervios, sobretodo si se trataba de los mayores a excepción de Jungkook. Con el parecía tener la misma confianza que antes.
── Oh querida, no te lo tomes tan en serio solo es una broma ── sonrió el mayor ──. ¿Y que buscas?.
── Mi saco y mi mochila ── río nerviosa ──. Una vez fui sin ambos y no me dejaron entrar a la escuela.
Jin río ante aquello para así ponerla frente a ella y comenzar a arreglarle la ropa.
── ¿Qu-Que hace, Jin-sama? ── pregunto incrédula.
── Arreglandote dah ── habló obvio ──. No voy a dejar que nuestra Maknae vaya en esas fachas a la escuela. Y desde ahora será así, te prepara el desayuno y te dejaré el uniforme listo un día antes. ¿Que te parece?.
── Gra-Gracias ── dijo mientras apartaba la mirada apenada.
Kazutora no dijo nada mas mientras sus mejillas se encendian, desde muy pequeña la chica aprendió a arreglarse ella sola, pero aveces el sueño le ganaba y salía como alma que lleva el diablo. Y ahora que el mayor le prometiera aquello le causaba una sensación realmente agradable.
