Scarlett POV'S
Me vestí con un vestido blanco de tela fina y escote de corazón. Me dejé caer el cabello y me coloqué unas sandalias blancas de piedras de mar. Me aplique un poco de labial para que no se me resecan los labios y sin hacer mucho ruido bajé por el desayuno.
Steve estaba dormido,la anestesia aún no había pasado, se veía tranquilo, pero aun así me preocupaba, su respiración era calmada y serena. Tenía su abdomen con gazas blancas y muy bien vendado.
Bajo las escaleras y puedo notar que están hablando muy bajo, termino de bajar el último escalón. Me encuentro con Simón, Ashton y Clara que están en la sala conversando mientras Clara sirve el desayuno.
- Buenos días - digo
- Buenos días señoritas Scarlett - me dice Clara hoy no sonriendo.
- Buen día Scarlett, ¿cómo esta Steve? - yo pregunto Ashton
- Está dormido. Le voy a subir el desayuno y las pastillas que indicó el doctor - dije suspirando.
La mirada de Simón estaba en mí. No sé,pero este chico no me cae muy bien que digamos. Tiene pelo negro, ojos azueles, es de tez blanca y alto. Igual que sus hermanos. Todos se parecen, lo único que Steve tiene los ojos diferentes al igual que el tono de cabello.
- Te ayudo- me dijo Ashton.
Clara nos pasa las bandejas de desayuno y subimos dejando a Simón a bajo.
¿Entramos a la habitación y que creen? ¡Steve están tratando de levantarse de la cama!
- Steve hermano que haces?!!?! No puedes levantarse solo.- dijo Ashton dejando la bandeja en una de las mesas de noche y ayudando a Steve.
- Se te puede abrir la herida Steve! ¡¿Tendré que amarrarte de la cama o qué?! - le dijo Ashton serio.
- Saben que odio estar acostado - se defendió.
- Pues tendrás que estarlo. Toma el desayuno y las pastillas. Te podrán mejor - dije acomodándole la bandeja.
- Estaré debajo, cualquier rebeldía, Scarlett me llamas - dijo Ashton mirándome y luego mirando a Steve.
Caminó hacia la puerta y salió. Abrí las cortinas de la habitación para que entrara claridad y luego me voltee a ver a Steve.
- Realmente gracias, Scarlett, todo esto que estás haciendo por mí es único, cosa que otras personas no harían - me dijo serio.
¿Por qué siempre serio? Podrías sonreír me.
- No tiene porqué agradecerme -le dije sonriendo amablemente.- Solo quiero que te CUIDES más. No quiero que un día me den la noticia de que estás muerto - le dije sería sentándome a su lado.
- Trataré de que no te den esa noticia.- dijo sonriendo.
- A propósito. Debo agradecerte por lo que hiciste. Nicolás vino a verme ayer - dije sonriendo.- Pasamos un día fenomenal, no tengo para agradecerte todo lo que has hecho por mí o lo que estás haciendo. Fue tan hermoso volver a tenerlo entre mis brazos - dije recordando.
- No tienes nada que agradecer, me gusta verte feliz y o triste - me dijo sonriendo.
- No corro con la misma suerte. Por qué no eres más alegre, más feliz. No me gusta que siempre estás tan serio, me haces sentir extraña. En realidad, no sé, no te conozco como tú a mí, no sé qué te molesta, que te atormenta, que te hace ser así. Tú me conoces más que yo a ti. En términos cortos sólo sé tu nombre y a que te dedicas - dije suspirando.
Su mirada se posó en mí. Era calculadora y como con miedo a hablar o decir algo.
- No tienes que temer a tu pasado. Las personas nos equivocamos al guardarlo para nosotros y hacernos daño y no compartirlo con alguien que nos pueda ayudar -le dije acercándome él.
- ¿Qué pasa si te asusta mi pasado,para que quieres saberlo' - me contesto con la mirada pérdida.
- Porque no pienso vivir y querer a un hombre que se rehúsa a que yo sepa de él creo que tengo derecho a saber todo, ¿para qué nos casamos?- dije enojada por su reacción.