Capitulo 11

4.9K 227 12
                                    

Scarlett POV'S

Ya me veo fenomenal, o bueno, ya Steve estaba más tranquilo y menos compulsivo conmigo. Había pasado una semana completa de puros medicamentos y alimentos sanos. Realmente ver como Steve se preocupaba por mí, me ayudaba, me preguntaba cómo me sentía y ver su empeño, me hacía sentir cada vez más algo por él, sentir algo crecer cada día más en mi corazón. No les voy a negar que hayamos tenido varios besos robados, pero, aunque estemos casados, no somos nada en mi mente.

Bajé las escaleras encontrándome con Clara sirviendo el desayuno en l mesa, siempre con esa sonrisa que contagia a todo el mundo.

- Buenos días Clara - dije saludandola con una sonrisa.

- Buenos día señorita Scarlett - me dijo ella cortez.- El señor Steve aún no baja y la comida se le va a enfriar- se quejó.

- Pensé que estaría aquí. No está en la habitación ni en el baño - dije.

- Debe estar entrenando en el sótano - dijo

Yo nunca había visto el sótano y menos a Steve entrenando.

- Lo iré a buscar, regresó con él ya mismo - dije parandome de la silla donde me había sentado y dirigiéndome al sótano. Nunca había visto est puerta.

La abrí sin hacer ruido para no llama la atención. Ahí estaba, solo con unas bermudas de hacer ejercicio, con su pecho desnudo sudado, dándole al saco de boxeo sin parar. Sus músculos, sus puños, su cara, sus rastros físico. Estaba tan concentrado que no se daba cuenta que lo miraba embobada mente. Tenía un cuerpo deleitador, ya me había acostumbrado a verlo sin camisa, ya que dormimos juntos, pero no me había dado tanto deseo de tocar su cuerpo trabajado. Sus cuadritos formados en su abdomen correctamente, sus grandes y musculosos brazos, sus hombros.

Sonrió.

- ¿Te gusta lo que ves, pequeña? - se dirigió a mi sonriendo con una toalla en sus manos.

- No te negaré nada, tienes un buen cuerpo - dije simple, se acercaba hacia mí cada vez más y tenerlo tan cerca me causaba nerviosismo. Luego de retroceder hacía atrás, la pared me detuvo haciendo que yo quedara atrapada entre sus brazos. Puso sus manos a cada lado de la pared. Mod que yo quedara viendo sus hermosos ojos, su pecho agitado por los ejercicios y sus labios tan deseables.

- Lamentablemente yo no he corrido con la misma suerte que tú, me ves a diario sin camiseta y tú no te dejas ver ni siquiera en ropa interior. No se vale. Eso se llam jugar sucio - me dijo sonriendo maliciosamente.

Abrí mis ojos como plato al escuchar sus palabras, me estaba provocando. Qué pícaro.

- No tengo la culpa de que te exhibas delante de mí - dije no evitando sonreír.

- ¿Oh yes? Entonces tampoco tengo la culpa de que te bese - me dijo tomándome de la cintura y pegándome a él. Sus labios eran tan suaves que parecían algodones, su mano en mi cintura me hacía excitar más. Sus besos me hacían perder la noción del tiempo.

Me soltó suavemente mirando mis labios que de seguro los había dejado hinchados y luego me miró a los ojos.

- De ahora en adelante señora Allen, le daré más besos así - me dijo sonriendo. HAHAHHAHAH ese señora Allen se escucha bien, muy bien.

Me estoy volviendo loca, logró su objetivo. Me enamoré de este mafioso.

Sonreí sonrojandome como un tomate. Me miraba sonriente y pícaro. ¡No se vale!

- Solo baja a desayunar, subí porqué no te vi abajo y decidí venir a buscarte - dije dando la vuelta, pero las manos de Steve me detuvieron.

Lo miré

-Realmente gracias, veo que he podido l menos dar un avance contigo - me dijo bajando las escaleras.

- No tienes que agradecerme nada. Me he dado cuenta de que las personas nos equivocamos al juzgar antes de conocer. No te conozco al cien por ciento, pero espero hacerlo si no te opones.- dije levantando una ceja y mirando su expresión.

Era relajada , como de alivio, como si hubo temido a lo que le dijera, pero luego se calmó hasta formar una linda sonrisa en sus labios. Este hombre me iba a matar uno de estos días. Podía estar serio pero luego me sonreía.

No sé porque, pero me siento afortunada

- Créeme no me opondré - me dijo sonriendo y sentándonos en la mesa a comer.

¡Dios!

hoy os regalo dos capítulos
NO OLVIDEN COMENTAR, DARLE AL MEGUSTA Y COMPARTIR. GRACIAS

Mi mafioso Compulsivo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora