Scarlett POV'S
Había salido del hospital, me indicaron reposo y créanme eso era lo que menos quería, no tenía golpes fuertes, solo algunas heridas como en mi ceja, que me la había partido y mi labio inferior. De pelo que me había dado el muy imbécil, pero ya pasarían con los calmantes.
Steve me sostenía de la mano mientras conducía, estaba muy preocupado y pensativo a la vez sobre todo con lo que había pasado.
- ¿Steve? ¿Qué te pasa? No me gusta verte así- dije mirándolo
- Scarlett, creo que estás mal conmigo, te pongo demasiado en peligro. Casi mueres hoy y mientras estás conmigo siempre estarás al borde de la muerte, a centímetros, tal vez yo no soy seguro para ti, no sé si te doy la seguridad suficiente, si te cuido lo suficiente. Odio verte sufrir. Tener que llevarte a un hospital mientras los nervios me matan. Lo menos que quiero es que te pase algo malo y sea por mi culpa. Tal vez hoy este contigo para defenderte, pero y si estoy trabajando, si salgo de casa, 15 hombres míos cuidando la casa, me ayudaron bastante, dieron su vida por protegernos, pero siempre habrá peligro conmigo, donde este y con quien yo este.- me dijo sin mirarme.
- ¿Me estás diciendo que me aleje? ¿Eso quieres?- dije casi en un susurro distorsionado.
Suspiro
- ¿Quieres eso? ¿Prefieres eso? ¿Tan poco me quieres? ¿Por qué no te das cuenta de que si estamos separados todo será peor? No sabremos nada de ninguno de los dos. Pero si eso quieres no hay problema, quieres perderme. Pues firmemos el divorcio, yo me voy al primer país que tenga en mente y tú te buscas a otra mujer en otro prostíbulo y vuelves y te casa, te entiendo. El problema soy yo. A mí es quien la mafia me quiere. ¿Por qué? Tal vez si me alejo de ti se acaban los problemas y estarás más liviano. Me entregas los papeles que tenga que firmar cuando quieras EH- dije enojada, aparco frente a la casona y me baje de la camioneta. Entré rápido a la casa y subí las escaleras adentrándome a la habitación, corrí al baño y me apoyé de la encimera del lavabo observándome en el espejo mientras lloraba.
¡Ahora! ¡Ahora se quiere alejar! ¡Eso quiso insinuar!
¡Es un maldito! ¡Un maldito que me enamoró y ahora que!
Escuche su entrada al baño, pero no me moleste en mirarlo.
Se paró frente a mí con las manos en los bolsillos.
- Yo jamás dije que nos íbamos a separar ni quiero eso mucho menos, nunca de mis labios salió la palabra dejarnos o divorcio. ¡Porque no quiero eso! ¡No quiero eso! ¡No sé en qué estás pensando! ¡Solo quiero saber tu opinión de lo que sucedió hace unas horas! ¡Fue frustrante! ¡No te protegí! Solo que pensé eso que te dije en el auto, dije la pura verdad- dijo mirándome, su mirada estaba posada en mí.
- Me lastima saber que no estas a gusto con lo que tenemos. Con lo que yo pienso de ti. Me proteges y me cuidas día a día como jamás lo han hecho. Solo si quieres tomar esto de excusa para zafarte de mí, si ya te enamoraste de otra mujer eres libre. ¡No tienes por qué pensar en quedarte a mi lado! ¿Tus palabras tuvieron ese sentido para mí, porque me dirías que no me proteges? ¿Qué no estarás ahí para defenderme o que temes eso? Tal vez de tus labios no salieron esas palabras, pero las insinuaste.- dije esta vez mirándolo.
- ¡¡Maldita sea Scarlett!!- gritó enojado, su puño golpeo el espejo fuertemente ocasionado miedo en mí y un estruendo inmenso de los cristales caer.
Tapé mis oídos y cerré mis ojos tal vez esperando un golpe de parte de él hacia mí.
Lo que escuche fue un suspiro bajo, de tristeza. Abrí mis ojos lentamente con miedo y él estaba ahí, mirándome sin creer no sé qué.
- ¿También pensaste que podría golpearte? ¿También pensaste eso Scarlett?- dijo mirándome muy tentadoramente a los ojos.