Capitulo 30

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Steve POV'S

- ¿En realidad piensas que te puedo o te voy a golpear? ¡Piensas que voy a dejarte! ¡Pero Dios mío! ¡Si eres lo mejor que me ha pasado! Solo tenía miedo de que quisieras apartarte de mí por el incidente que paso. ¡Mi vida es así! ¡Yo jamás quería dejarte! ¡Ni porque me obligaran! ¡¿Cómo piensas eso?! ¡¿Cómo?! ¡Es enfermizo verte llorar! ¡Es enfermizo ver que pienses eso de mí! ¡Es enfermizo que pienses que hasta puedo golpearte! ¡No me gusta nadie más que tú! ¡Eres mi vida! ¡¡¡Nadie me ha enamorado como tú!!! ¡Es la primera vez que me enamoro de alguien, que le entrego mi negro corazón a una mujer! ¡Esa eres tú! ¡Eres la dueña de mi corazón! ¡No sería capaz de ponerte un dedo encima, de abusar de ti violentamente! No sería capaz de dejarte ir. ¡Eres mi vida, mi oxígeno! ¡Te quiero tanto que temo de este sentimiento en mí! ¡Me preocupé por ti! ¡De tu pensar! ¡No pensé que te preocuparías del mío! ¡No me gusta nadie que no seas tú! ¡No quiero te vayas! No quiero nada malo de lo que hayas pensado, no quiero verte llorando- su mirada se posó en mí, pero volvió a desviarla.

Caminé y me acerqué a ella, esta retrocedía hacia atrás cada vez más y más. Hasta que la pared la detuvo.

- Me tienes miedo- dije sin poder creerlo en un susurro.- ¿En serio me tienes miedo? ¿Es en serio?- dije colocando mis manos a cada lado de su cuerpo mirando sus ojos. Sentía su respiración agitada, sus manos le temblaban, paso su lengua por sus labios y entreabrió los labios.

Por Dios que no haga eso. Me dan ganas de besarla y no soltarla.

- No, no te tengo miedo, sé que no serías capaz de pegarme. Solo discúlpame, lo siento. Recordé a mi padre. Solo olvídalo- dije sacudiendo su cabeza y cerrando sus ojos.

- Quien te pide disculpas soy yo, no debí reaccionar así- dije disculpándome y acorralándome a mí mismo por hacerla recordar cosas que sé que no le traen y no le provocan felicidad.

- No me piensas decir nada sobre lo que te dije, piensas en...- dije, pero me interrumpió.

- No me voy a ir, ¿si? Discúlpame. Lo siento. Sé que tal vez me fui por donde no debí. Cometí el error de pensar mal. Pensé en mí y no en ti y te juzgué al pensar que ya te habías enamorado de otra, lo siento, siento haberte hecho pasar por todo este mal rato, no quiero que esto se acabe, también eres mi oxígeno, también eres mi vida, tampoco quiero alejarme de ti ni un segundo. Eres suficiente para mí y no puedo pedir alguien que me cuide más que tú, creo que me exalté demasiado. Creo que hice o cree cosas en mi cabeza que no estaban ni pueden pasar o al menos no queremos. ¿Discúlpame sí?- dijo cerrando los ojos y pasando sus manos por su cabello.

La tomé por la cintura velozmente, sus ojos se fijaron en los míos. Mire sus labios y ella miró los míos.

- No quiero que llores, no tengo nada que personarte. Quiero que solo sonrías, grábate en la cabeza que tú y yo nacimos para estar juntos, no peleados. Odio verte, odio verte triste sin tu hermosa sonrisa. Eres la luz en mi vida, no pienso ni quiero que te alejes y yo mucho menos me voy a alejar ni lo permitiré, las balas, los secuestros, los atentados, nuestros celos, nuestras peleas, nada nos separará. Okay. Nada- dije por fin apoderándome de sus labios y acariciando su abdomen como me gustaba, bajé mis manos a sus grandes nalgas y las apreté como de costumbre.

La cargué en mi cadera, modo que esta enredara sus piernas en mí. Caminé hacia la cama y la coloqué como una muñeca de porcelana como miedo a que fuera a romperse en la cama, me coloqué encima de ella quitando mi polo, sus manos estaban a mi cabello, y las mías en todo su cuerpo, acariciando sus hermosas piernas por encima del corto vestido blanco que llevaba.

Nuestros labios se comían con tanta pasión, como si no existiera mañana ni hoy.

- Te amo Scarlett, eres mía, solo y solo mía- eso salió de mis adentros, de mi corazón profundo. De mis labios.

Sus labios me dejaron de besar, me miró a los ojos con ese brillo especial, como sin creerlo, pero con ansias.

- Yo también te amo. También te amo Mi mafioso Compulsivo-

Mi mafioso Compulsivo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora