Cami
—Mamá ¿Has visto mi vestido con brillos? —pregunté bajando las escaleras. —No lo encuentro por ninguna parte.
Ella se encontraba en medio de la sala hablando por teléfono, se giró hacia mí en cuanto me escuchó y cubrió el auricular con su mano, tal vez era una llamada importante.
—No, cielo. —se disculpa con una sonrisa. —pero estoy ocupada, en un momento te ayudo a buscarlo.
Asentí y regresé a mi habitación.
Necesitaba el vestido porque esta noche saldría con las chicas a bailar y ninguna de las opciones que tenía me gustaban, es mi día libre así que carolina creyó que sería una buena idea salir y distraernos un poco (aunque claramente sabía que lo hacía porque no quería ver a Johnny esta noche) han tenido una larga mala racha en su relación, incluso hay días en los que no se hablan por completo, ni siquiera un mensaje y ella dice que prefiere que sea así en lugar de pasarse horas y horas al teléfono discutiendo y no los juzgo. Soy la persona menos indicada para dar consejos sobre manejos de relación.
Caminé hacia el closet en busca de los zapatos que usaría, tenía muchas opciones, pero ninguna me convencía...
—No encontré tu vestido, pero tengo este. —mi hermana entró a mi habitación mostrándome un lindo vestido rojo de tirantes finos y suelto hasta las rodillas. — ¿Qué te parece?
Ella ya estaba completamente arreglada, tenía el cabello rubio suelto en unas ondas naturales, sus ojos resaltaban con las sombras oscuras que usaba y su vestido verde y ceñido a su cuerpo mostraba los atributos que dios no me había dado a mí, su cintura parecía como la de una modelo, sus piernas largas y torneadas resaltaban con unos tacones negros.
—Te ves estupenda.
—Muchas gracias hermanita, tú también te veras preciosa. —dejó el vestido sobre la cama. — ¿Entonces, te lo quedas?
—Terminé con mi cliente. —mamá se unió a nosotras guardando el teléfono en el bolsillo de su saco. — ¿Qué necesitas cielo?
—Mi vestido. —dije. — ¿Lo has visto? Creo que lo deje en tu habitación por accidente el otro día, pero no estoy...
—Iré a revisar. —se dio la vuelta y salió por el pasillo.
— ¿A qué hora sale Kim del trabajo? —preguntó mi hermana mirando el reloj en mi mesita de noche.
Faltaban solo veinte minutos para las nueve, pero el tiempo que tomaría al regresar a casa y alistarse tal vez terminaríamos reuniéndonos en una hora.
—A las nueve, pero nosotras nos adelantaremos, tenemos que separar una mesa.
— ¿Ira alguien más con nosotras...? —fingió mirarse las uñas. —No sé, ¿Lucas tal vez?
— ¿Qué? —me alarmé. —Yo no lo invité.
Se encogió de hombros.
—Kim me dijo que estuvieron bailando en la fraternidad el fin de semana pasado, creí que ustedes dos...
— ¡No!
— ¿Qué? —me miró con sorpresa.
—No salgo con él. —le aclaré saliendo de la habitación en dirección al cuarto de baño.
—Yo no dije que lo hacías. —me siguió. —Solo tenía curiosidad en si seguían siendo amigos.
Tomé la pasta dental y vertí un poco en el cepillo antes de llevármelo a la boca.
—Aunque me parecería algo extraño porque ustedes dos tuvieron algo antes y...
—Solo somos amigos. —respondí con la boca llena de espuma. —Y apreciaría que dejaras de emparejarme con mis ex novios, suficiente tengo con Kim.
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¡Siempre Nuestro! (+18)
Teen Fiction》Tercera Temporada de ¡Eres tú! 《 ¿Qué haces cuando tienes que dejar a la persona que amas por haberte roto el corazón? Seguir adelante. Es lo que se repite Cami una y otra vez cada que piensa en él, ahora ha regresado a Denver y ha continuado con s...