Capítulo 36

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Daniel

Navidad no será lo mismo sin Cami. Hace exactamente un año nos encontrábamos acurrucados en mi antiguo sofá abriendo nuestros regalos, emocionados y felices de estar juntos en una fecha tan importante, fue nuestra primera navidad. Este año sería diferente, este año estaría a miles de kilómetros de distancia y aunque estaba contento de que pudiera pasar estas festividades con su familia me hacía extrañarla jodidamente mucho.

Pasar las últimas semanas a su lado hizo que todo por lo que me había esforzado valiera la pena. Ya había dejado casi por completo la bebida, ya no estaba entrando en ese hoyo negro en el que la depresión quería arrojarme.

Cuando ella me dejó, fue como si todo se derrumbara y callera sobre mí. La muerte de mi padre, la presión por el trabajo, la rehabilitación de Ian, todo absolutamente todo se me había venido encima, fue duro, no voy a mentir pero estar solo durante ese tiempo me ayudó a trabajar en mí mismo, en mis pensamientos, en salir adelante y ahora no sentía esa necesidad de alcoholizarme cada que me encontraba solo en alguna habitación. Lo cual era una gran ventaja.

— ¿Daniel? —llamó mi hermano desde la puerta.

—Pasa. —me levante con mis codos sobre la cama.

Amaneció hace un par de horas y aunque mi estomago rugía por el hambre no había tenido la intención de levantarme de la cama tan temprano.

Ian entró y con una gran sonrisa.

—Es navidad.

—Noche buena. —le corregí.

— ¿Has pensado en que vamos a preparar para la cena? —entró a la habitación y se sentó en la orilla de mi cama. —Ya le envíe un mensaje a Frank y Nicole para que vengan esta noche.

—Creí que Frank iría a visitar a su familia.

—Él y su papa han estado teniendo problemas o al menos eso fue lo que me dijo, ni siquiera sabe que se comprometió en acción de gracias.

Suspire. No era usual que el estuviera lejos de su familia así que sea lo que sea que los hubiera molestado a ambos tenía que ser realmente grave.

—De acuerdo, entonces vamos a mantenerlo ocupado para que no piense en ello, somos sus amigos ¿no? Así que llámale y dile que traiga su trasero para preparar la cena.

Ian sonrió, me dio una palmada en la rodilla y se puso de pie sacando el teléfono de su bolsillo. Mientras tanto yo estire los brazos para relajar mis músculos y levantarme de la cama de una vez por todas. Busque a tientas mi teléfono sobre la cama y llame a mi novia.

Una, dos, ni siquiera en el tercer intento contestó. De acuerdo, no tenía por qué preocuparme, posiblemente aún se encontraba durmiendo, ya me llamara cuando se despierte.

Fui al baño, me lave los dientes y después fui directo a la cocina donde encontré a Ian sacando los ingredientes para preparar una gran cena navideña.

— ¿Qué opinas? Solo necesito el pavo, ¿podremos ir por el antes de que se agoten?

—Tengo una idea. —tome nuevamente mi celular y le envíe un texto a mi mejor amigo para pedirle que pasara a comprar uno de camino aquí, respondió a los pocos segundos con una respuesta afirmativa. —Solucionado, ahora, manos a la obra.

Ayude a Ian a preparar todo lo que se necesitaría para cocinar el pavo, incluso tuvimos tiempo para preparar una tarta de zanahoria y estábamos a punto de hacer otro postre cuando llamaron a la puerta, Ian había acabado de lavarse las manos así que él fue a recibir a nuestros invitados.

¡Siempre Nuestro! (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora