¡Siempre Nuestro! (+18)

Capítulo 16

Daniel

El estadio estalló en una inmensa ola de celebración cuando el árbitro dio por terminado el partido. Ganamos por la ventajas de dos goles y todos estaban contentos con los resultados, nuestros fanáticos no dejaban de cantar incluso ya finalizado.

Salimos de la cancha en medio de aplausos y nos dirigimos a los vestidores. Tomé una toalla para limpiarme el sudor que me cubría la frente, se sentía increíble estar de vuelta.

—Los felicito a todos. —Vincent entró seguido de Tyler. —Hicieron un buen trabajo y han dado la impresión que quería.

—Sigan así. —Tyler habló. —Si continuamos con el entrenamiento adecuado y escuchando las tácticas que tenemos para ustedes podremos ser bicampeones.

Yo no era el único que se sentía orgulloso de haber regresado con un resultado increíble, esto dejaba claro a los otros equipos que estábamos buscando el campeonato nuevamente y no íbamos a dejar que nadie nos pasara por encima.

—Oye, Dani. —Frank se acercó cuando estaba a punto de cambiarme. —Buen trabajo hermano, ese gol estuvo increíble.

—Si no me hubieras dado el balón no hubiera podido anotar. —le di una palmada en el hombro.

Sonrió y después fue acorralado por Klaus y Wester que estaban hablando sobre algo que harían este fin de semana.

—Buen trabajo. —Jack se sentó en la banca. —Por cierto ¿Cómo estuvo tu reunión con Abby?

— ¿Cual reunión?

—Esa fue la razón por la que te fuiste de la cena ¿no?

—Oh, sí. —me senté a su lado para desabrocharme los tenis. —Era algo sobre unos papeles por firmar, pero todo está en orden.

Asintió al mismo tiempo que comenzaba a desatar sus agujetas también y desvié la vista a nuestros compañeros que seguían hablando y llenando los vestidores con murmullos y risas.

—Sobre Estela... —murmuró provocando que girara la cabeza en su dirección. —Se que ustedes dos son muy amigos y que... tal vez te parezca extraño que salgamos, lo hemos pasado increíble en nuestras citas y solo quiero que sepas que no estoy jugando con ella.

En otras circunstancia, si me hubiera dicho algo como esto antes de que Estela y yo arruináramos nuestra amistad le habría dicho algo, pero ahora todo era diferente, ahora no me sentía bien con todo esto, no quería saber nada de ella.

—Está bien.

— ¿Está bien? ¿Es todo? —preguntó incrédulo. — ¿Solo eso? Creí que me amenazarías de muerte o algo...

—Solo espero que ella te haga feliz, te lo mereces. —me levanté y me fui directo a las duchas.

No tenía tiempo para entablar una conversación y contarle porque ella y yo ya no somos amigos. Tomé la decisión correcta al apartarme y si quiero recuperar a Cami tengo que ser la mejor versión de mí. Nada de amistades confusas, nada de dudas. Tengo que madurar.

Una vez que terminé de ducharme y vestirme me reuní con los chicos en el estacionamiento, estaban riendo y estos se callaron cuando me vieron llegar.

—Ya me voy, no tienen por qué dejar de hablar. —abrí la puerta de mi auto.

—No, no es eso amigo. —Wester trató de acercarse, pero me subí al auto.

—Los veo luego.

Y salí del estacionamiento, las calles seguían estando muy transitadas incluso aunque el partido finalizo hace una hora, el atardecer se tomó la ciudad y llegué a mi departamento tomando atajos, no tenía tiempo ni ganas de lidiar con el tráfico.