¡Siempre Nuestro! (+18)

Capítulo 13

Cami

— ¿De verdad no hay nada que pueda hacer para que te sientas mejor? —preguntó Carolina mientras pasaba su mano por mi cabello con delicadeza.

Mi cabeza descansaba sobre su regazo, nos encontrábamos en el sofá viendo películas románticas y de por si mis sentimientos ya estaban por los suelos me torturaba más viendo a parejas ficticias ser felices.

—Bórrame la memoria.

—Camille...

Cerré los ojos esperando que este vacío desapareciera de un momento a otro, ya no podía llorar porque me había pasado toda la noche haciéndolo y estaba agotada de sentirme así.

— ¿Crees que tome la decisión correcta?

—Pensamos muy diferente... así que no creo que mi respuesta vaya a agradarte.

— ¿También te sientes así cuando peleas con Johnny? ¿Sientes ese vacío en el pecho?

—A veces.

— ¿Y cómo haces que se detenga?

—Mi situación es diferente Cami, porque sé que nuestras peleas son temporales ¿Duelen? Claro que sí, pero sé que hablaremos y lo solucionaremos, en cambio tú... rompiste todo tipo de relación con Daniel y eso es mil veces peor.

Incluso respirar era difícil, me dolía todo.

—Pero si hay algo que admiro de ti es tu fuerza. —giré mi cabeza para verla. —Has pasado por mucho y aun así tienes la valentía de salir adelante, yo no soportaría la mitad de las cosas que tú has soportado.

—Y todas ellas me han dejado grietas...

—Pero sigues de pie. —me sonrió. — ¿Recuerdas cuando llegaste aquí? ¿Lo destrozada que estabas cuando recién habías terminado con él? No salías de tu habitación, no comías, no hablabas con nadie y llorabas todo el tiempo...aún recuerdo despertarme por tus gritos todas las noches.

—Lo siento.

—Lo que quiero decir es que, comparándolo a cómo te sientes ahora no estás tan mal... creo que una parte de ti aceptó que no estarás más con Daniel.

Se me nublaron los ojos.

—Pero si me lo preguntas a mi... creo que ustedes dos están destinados a estar juntos y solo necesitan tiempo.

—No me ayudas a sentirme mejor.

—No se trata de hacerte sentir mejor, se trata de ser realistas. Yo no soy la única que tiene fe en ustedes y tú también deberías tenerla.

—Nosotros... no somos buenos el uno para el otro.

— ¿Quién lo dice?

—Lo estoy diciendo yo... creo que la muerte de su padre nos hizo que dependiéramos emocionalmente, no era sano.

Su mirada cambió.

— ¿Estás hablando enserio?

—Piénsalo. —le dije incorporándome en el sofá. —No podíamos estar separados, él me necesitaba siempre y yo también... era como si no pudiéramos vivir el uno sin el otro.

—A eso se le llama amor.

—No entiendes.

—Si, si entiendo. —dijo mirándome fijamente. —No es dependencia emocional, eso era lo que sentías con Josh, pero Daniel no es Josh, Cami entiéndelo.

La comparación me hizo sentir mal, claramente Daniel no era como él.

—Eras su novia en ese entonces y él acababa de perder a su padre, necesitaba un apoyo, amor, comprensión, alguien quien le hiciera ver que no estaba solo. Eso no es dependencia emocional, él te necesitaba y estuviste allí.