¡Siempre Nuestro! (+18)

Capítulo 47

3 semanas después

Cami

Tomé mis maletas y salí de mi habitación para ir directo a la de mi madre (que para sorpresa de nadie) se encontraba leyendo sobre su cama. Hace un par de días que salió del hospital y aunque se veía mejor, nada quitaba mi preocupación de que su estado de salud aún era delicado.

Apartó el libro cuando me vio entrar.

—Hola cielo, ¿ya es hora?

Asentí tomando asiento a su lado y rodeándola con mis brazos. Mamá sabía que tenía que regresar a la Universidad, mis heridas habían desaparecido por completo y aunque a veces sufría dolores por el accidente, el medico dijo que estas desaparecerían pronto, era solo cuestión de tiempo y reposo.

—Voy a echarte mucho de menos, hija. —susurró contra mi cabello.

—Y yo a ti, volveré mas pronto de lo que imaginas. —se me nublaron los ojos, quería llorar y liberar el nudo que había tratado de contener en mi garganta.

Después del accidente tuve un apego increíble hacia ella, siempre habíamos sido unidas desde que era pequeña pero esta vez había sido diferente, esta vez había experimentado el miedo de perderla y si dependiera de mí no me separaría de ella jamás, pero las vacaciones habían terminado y el correo que recibí hace unos días de la universidad sobre mi ausencia en esta última semana encendieron luces rojas a mi alrededor, no podía perder la oportunidad por la que tanto me había esforzado.

—Te amo mamá, llámame si necesitas cualquier cosa. Tengo un acuerdo con Oscar así que, aunque le insistas que no lo haga lo hará y tienes prohibido molestarte con él.

Soltó una dulce risa que me aceleró el corazón.

—De acuerdo, lo pensaré.

Sonreí y aparté algunos pechones de su rostro, había cicatrices en su frente y mentón, aun contaba con heridas que estaban en proceso de sanar y un par de costillas rotas.

Mamá se había llevado la peor parte del accidente y yo seguía asombrada por tu valentía de haber arriesgado su vida por mí.

—Daniel ya debe estar loco extrañándote ¿no es así?

—Lo superara, ha sobrevivido tres semanas sin mi... —bromeé.

—Y tu sin él... son tal para cual.

Besé su mejilla y volví a abrazarla.

—Ten mucho cuidado, por favor. —dijo. —Nosotras estaremos bien y no tienes nada de qué preocuparte... además tenemos a un policía vigilando nuestra casa siempre y haría hasta lo imposible por protegernos.

—Eso nunca lo dudes. —dijo una voz masculina a mi espalda.

Mamá me soltó y me di la vuelta solo para darme cuenta de que Oscar estaba recargado en el marco de la puerta. ¿Cuándo tiempo había estado allí?

— ¿Lista para ir al aeropuerto?

Asentí y me levanté de la cama tomando mis cosas, Oscar se acercó para ayudarme con la mas grande y me despedí nuevamente de mamá antes de salir de la habitación y bajar por las escaleras.

—Carolina se fue hace un rato. —comentó.

—Lo sé, me despedí de ella anoche. —me sujete el abrigo que usaba debido que, aunque estábamos a finales de febrero el clima no mejoraba. —Jamás creí que diría esto, pero empiezo a extrañar el clima de California.

Oscar rio y me ayudó a caminar sobre el pavimento mojado hasta su auto, luego de meter las maletas, subimos y revise mi teléfono, no contaba con mensajes de Daniel.