El último celestial
Sakar resbalaba al borde de la plataforma de cristal que Cranun creaba para atacar a Ursun. Los hermanos celestiales restantes se armaban y combinaban sus fuerzas y poderes para atacar a Ursun. Para así poder vencerlo antes del final.
Ninguno de ellos entendía cómo ni cuándo Ursun se volvió tan poderoso.
Sakar frenó su caída clavando su espada en el suelo de cristal, haciéndolo romper y que los cristales impactaran en su cara. Cranun, celestial de la materia, utilizando su poder creaba grandes paredes de cristal celestial para contener a Ursun dentro de él, dejándolo encerrado junto con el resto de sus hermanos.
—No hagamos esto más difícil—dijo Ursun a los celestiales.
—Entonces detente. ¡Basta!—le respondió Junix.
—No lo haré—respondió.
—¡Nosotros tampoco!—exclamó Poel.
—Han elegido morir.
Ursun se echó a correr en contra de Cranun primero. Este empezó a atacarlo con una espada echa de diamante azul e intentó clavársela en el pecho, pero Cranun fue más rápido en distintas ocasiones. Junix mandó a volar a Ursun con una esfera de su poder.
Los seis celestiales restantes se hallaban dentro de las paredes de cristal atacando a Ursun al mismo tiempo.
Poel le asestaba tantos golpes como podía. Cranun lo mantenía encerrado dentro de una esfera de cristal mientras Junix utilizaba su poder para atacarlo al tenerlo atrapado.
Kolen estuvo a punto de darle fin a todo al utilizar su poder cuando la esfera de cristal estalló gracias al poder mental de Ursun; lo que hizo que los celestiales salieran volando e impactaran contra el cristal, haciéndolo romper en miles en pedazos.
Ursun se mantuvo levitando en el aire por unos segundos hasta que divisó a su amenaza más fuere: Cranun.
Debía acabar con él primero.
Empezó por invocar algo con su mente. Un meteorito pasaba cerca del Oasis. Lo atrajo utilizando el veinte por ciento de su mente. Luego lo hizo estallar en el aire. Arrojó los cientos de pedazos del meteorito en contra de Cranun. Este para defenderse, abrió un agujero en la realidad y mandó el meteorito a alguna parte del universo, pero no sabía que lo había mandado directo a Blustono, exactamente a Terraqua.
Cranun se distrajo conteniendo el meteorito fuera del Oasis y enviándolo a otra parte que, no se percató de Ursun y su espada de diamante azul.
Ursun atravesó el pecho de Cranun con su espada. Alzó el cuerpo con su espada y lo arrojó al infinito universo.
Junix era al siguiente en la lista; ella lo atacaba utilizando su poder y tratándolo de contener en la plataforma que, luego se rompió, haciéndolo caer también.
El cuerpo de Ursun se perdió en el espacio entre el Oasis y el resto del cosmos. Simplemente desapareció. Junix no se confiaba de nada, así que se preparó para lo que fuera.
Se encontraba en una pequeña isla flotante llena de escombros, esperándolo.
No había señales de él ni sonidos provenientes de él. Solo frío. Un frío que siempre existió en el Oasis, pero que ella como celestial jamás sintió.
Nunca lo sintió sino hasta ese momento.
—¿Crees que soy fácil de matar?—dijo Ursun, apareciendo detrás de ella.
Junix rápidamente se percató y se cubrió del primer ataque con su escudo, a lo que ella respondió con su espada después.
El combate entre ellos duró unos segundos hasta que Junix saltó hasta otra isla en el Oasis. Él la siguió y la atrapó. La alzó y la golpeó con las rocas.
ESTÁS LEYENDO
La Creación de un Magnífico Final
Science-Fiction¿Qué se puede hacer cuando el destino de una civilización entera está en tus manos? Una pregunta que invadió la vida de Zylank cuando todo en su vida cambió repentinamente.