INICIO DEL ATAQUE A TOKIO

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Habían pasado varias semanas desde que Amelia Megan y Tara hicieron un pacto de sangre para consolidar la alianza, en todo ese tiempo Fernanda después de casi morir en su intento de atacar el castillo se había dado cuenta que no valía la pena seguir exponiendo a su familia y convenció a Miguel de que se fueran, Amelia junto con Salomé convirtieron en vampiros muchos  y Amalia escogió los más fuertes para su guardia personal llamada los dragones carmesí comandada por Salomé. Las brujas blancas junto con las hadas al saber los planes de la alianza intento frustrar sus planes obteniendo al principio victorias muy importantes pero después que vampiros y híbridas exterminaran a casi todas las hadas en un ataque sorpresa se rindieron, Berenice cuando Londres cayó se comenzó a ejercer las funciones que tenían los parlamentarios junto con representantes de las otras dos especies.

Desde que Kenzo se había dado cuenta de solamente no su clan no iba hacer suficiente para derrotar a los vampiros y le pidió ayuda a otros clanes ninja quienes aceptaron sin pensarlo dos veces, convirtiéndose también en cazadores, estaba teniendo muchas bajas y ni siquiera había podido conquistar la mitad del país. Por su parte las  fuerzas comandas por Maiko que antes podían desplazarse libremente ahora les tocaba luchar para tomarse cada poblado o cuidad teniendo también muchas bajas.

Maiko sabía que sí Tokio caía las posibilidades de ganar la guerra aumentaban, por eso comenzó a pensar en una forma de invadir conquistar Tokio aunque brujas blancas habían puesto campos de protección y habían 400 soldados en el perímetro repartidos en  varias líneas  defensivas que tenían la misión de exterminarlas. Maiko decidió que la mejor opción era mandar 100 chicas entre 4 y 12 años recién convertidas.

Las vampiresas lograron llegar hasta la última línea defensiva que contaba con el apoyo de brujas aunque tuvieron muchas bajas, y el resto fueron casi exterminadas por las brujas. Cómo pensaron que ya habían acabado con la amenaza desactivaron todas las defensas, recogieron a todos los soldados caídos en el combate y luego de rendirles honores comenzaron a celebrar la supuesta victoria, transcurridas unas horas cuando casi todos en Tokio estaban ebrio Maiko  ordenó iniciar con el ataque tomándolos por sorpresa  

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