Capítulo 27

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Amy había llegado un poco antes que todos los demás invitados a la fiesta, sabía que habitación debía ocupar, la más lejana a la entrada y lo suficientemente escondida para que nadie moleste.

Puso las tijeras en un mueble que había ahí, había comprado botes de pintura verde, pequeños pero servirían, aún no estaba segura de cómo cortarle su preciado cabello a María sin que ésta saliera corriendo a pedir ayuda, ¿sería buena idea cedarla? No estaba tan loca como para ir a prisión tan joven...

-¿Aún dudas?

-Bueno, es que no sé cómo hacer que María no se eche a correr, ni se asuste, no creo que sea buena idea cedarla...

-No lo es, pero puede pasarse un poquito de copas, para ella pedí un alcohol más fuerte, sólo hay que ver la manera de servirselo sin que sospeche.

-Mmm... Podría ser una buena idea, así no tendrá ni tiempo de echarse a correr, pero tampoco recordará quién lo hizo.

-Cuando recupere la consiencia sí que lo hará, pero no tendrá ninguna prueba de quién lo hizo, por eso invité a tanta gente mujer, por lo menos si alguien te ve, yo puedo decir con total seguridad y tranquilidad que estabas al lado mío, sé que María tiene influencia.

-¡Sus padres son abogados! ¿Cómo pude olvidar eso? Si quisieran podrían meterme a prisión.

-Por eso es tan influyente... Tal vez podrías pensar en otra manera de vengarte, o podrías seguir adelante con el plan y confiar en mí.

-Me gusta tu forma de pensar, bien, pero tendremos que tener mucho cuidado.

*ding dong*

-Los invitados empiezan a llegar, mantente lista.

El primero en llegar fue Shadow, seguido de María, Sally, Bunny, Fiona y Blaze, la gatita lavanda, Silver los recibió con tranquilidad y amabilidad, mientras que Amy les pasaba a todos un gorrito de fiesta. A los segundos empezaron a llegar más y más personas, entre ellas Espio, Sonic, Tails, Cream, a todos les fueron pasando gorritos de fiesta y lentamente se iban incorporando al ambiente que ya se había generado.

-Ese vestido te queda bien, Rose.

Se acercó Shadow a Amy después de alejarse de María.

-Todo me queda bien, emo, por cierto, gracias, necesito un favor.

-Dime.

-No queremos que María me meta a prisión, así que sería buena idea que la emborraches un poco y dejes de hablar conmigo, para que luego la lleves a la habitación que te mostré.

-Ja, ja, de acuerdo, lo haré.

Amy se retiró para prepararse, no quería manchar ese vestido, por suerte había llevado ropa extra, María la siguió.

-Nunca pensé verte en un vestido tan feo.

-¿Hablas de tu vestido? Sí, la verdad yo nunca usaría ese vestido tan anticuado, además, ¿es mi imaginación o tus delicadas curvas que tenías se volvieron rollitos de grasa, Robotnik? - volteé para verla mejor - ¡Ay no! ¡Te volviste plana! - María se cubrió, tal vez se sentía humillada, mejor para mí -

-Eres una...

-Escúchame atentamente, yo ya no soy aquella niña tierna y débil, si me seguiste para amenazarme, pues déjame decirte que no me vas a asustar y si tratas de hacerme algo, no acabará bien para ti.

-¿Ah, sí? ¿Y qué vas a hacer, Rose? ¿Acusarme con tu mamá? ¿Vas a llorar?

-¿Quieres quedar con la muñeca rota?

María retrocedió, ella sabía que Amy ya no era la misma, lo sabía pero quería seguir sintiéndose superior, aún así, decidió retirarse, sabía que no era buena idea seguirla molestando, no después de notar su nueva fuerza e ira.

Después de un rato, María ya estaba borracha, lo suficiente como para no recordar qué era lo que pasaría después, Shadow se ofreció a llevarla a un cuarto a "descansar", Silver se aseguró de que nadie los viera, mientras que Amy, ligera y cuidadosamente, empezó a cortar disparejamente todo su hermoso y sedoso cabello, le pintó el resto de verde sin derramarlo completamente en su ropa y la dejó sentada en una silla, no sin antes tomarle fotos, para después. Salieron sin que nadie los viera y continuaron la fiesta sin ningún problema.

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